Ubicada en la desembocadura del río Bidasoa, Fuenterrabía —conocida oficialmente como Hondarribia— conquista con su casco histórico amurallado, su ambiente marinero y una oferta gastronómica de primer nivel. Este destino, situado en el extremo noreste de Gipuzkoa y frente a la costa francesa, invita a perderse entre calles adoquinadas, casas de colores y un paisaje que combina mar y montaña. Esta localidad es mucho más que un pueblo bonito: es un lugar donde la historia se respira en cada rincón y la cultura vasca se vive con intensidad.
Basalore, el caserío que enamoró al matrimonio Hemsworth- Pataky
A escasos minutos de Fuenterrabía, se encuentra Basalore, un caserío vasco que ha cautivado a celebridades internacionales y, en particular, se ha convertido en el refugio favorito de Chris Hemsworth y Elsa Pataky, quienes lo han visitado varias veces junto a sus hijos y amigos cercanos como Matt Damon.
Hotel Arbaso
Basalore no es un caserío cualquiera. Su nombre proviene del euskera: “basoa” significa bosque y “lorea” flor, una combinación que ya anticipa la riqueza natural y la belleza que envuelven la finca. Con 27 hectáreas de terreno, este enclave ofrece una experiencia de lujo rural, donde la privacidad, la calma y el contacto con la naturaleza son los protagonistas absolutos. Alejado del bullicio de la ciudad, aquí solo se escuchan los sonidos de las ovejas, caballos y el rumor del mar, lo que lo convierte en un lugar ideal para quienes buscan desconectar y disfrutar de la autenticidad vasca.
Hotel Arbaso
La pareja, conocida por su amor a la naturaleza y la vida tranquila, encontró en este caserío el equilibrio perfecto entre lujo, tradición y entorno rural. No es la primera vez que visitan Euskadi, pero sí la más significativa, ya que Basalore les ofreció la intimidad y el confort necesarios para disfrutar en familia y con amigos, lejos de miradas indiscretas y con todas las comodidades de un alojamiento de alto nivel.
Hotel Arbaso
El caserío, que funciona como la suite principal de lujo del Hotel Arbaso de Donostia, ha sido diseñado para que cada huésped viva una experiencia personalizada y exclusiva. Con capacidad para diez personas, sus estancias combinan la arquitectura tradicional vasca con detalles de diseño contemporáneo y servicios de primer nivel.
En la planta superior se encuentra la suite principal, equipada con jacuzzi, alcoba y sala de lectura, mientras que el resto de las habitaciones mantienen el encanto rústico con materiales recuperados de otros caseríos históricos. El salón con chimenea, el comedor y la sala de lectura invitan al descanso y a la convivencia, mientras que en el exterior se puede disfrutar de paseos a caballo, rutas entre viñedos de txakoli y actividades al aire libre para toda la familia.
Hotel Arbaso
La estancia de Hemsworth y Pataky no pasó desapercibida. La pareja, acompañada por sus hijos y el actor Matt Damon, aprovechó la tranquilidad del lugar para relajarse, explorar la región y disfrutar de la gastronomía local. El caserío incluso adaptó algunos servicios a sus necesidades, como la creación de un gimnasio exterior para que pudieran mantener su rutina deportiva, y la posibilidad de contar con chefs privados o cuidadores para los niños. Todo ello contribuyó a que la experiencia fuera inolvidable y a que Basalore se consolidara como su destino predilecto en el norte de España.
La elección de Basalore por parte de estas estrellas de Hollywood no es casualidad. El entorno de Hondarribia, con su casco histórico amurallado, sus calles empedradas y su ambiente marinero, suma aún más atractivo a la experiencia. Además, la cercanía con San Sebastián permite disfrutar de la oferta cultural y gastronómica de la ciudad, sin renunciar a la paz y el aislamiento que ofrece el caserío.
Historia de Fuenterrabía: Un enclave estratégico entre reinos
Los orígenes de Fuenterrabía se remontan al Eneolítico-Bronce, como demuestran dólmenes hallados en el monte Jaizkibel, y ya en época romana fue un fondeadero de naves gracias a su ubicación privilegiada. Sin embargo, la historia de la villa tal y como la conocemos arranca en 1203, cuando el rey Alfonso VIII de Castilla le concede la Carta Puebla y el Fuero de San Sebastián, consolidando su importancia estratégica. Antes de eso, el territorio había sido parte del Reino de Navarra, y su nombre original, Hondarribia, significa “vado de arena” en euskera.
Durante siglos, Fuenterrabía fue una plaza fuerte codiciada por su posición en la frontera con Francia y el control sobre el acceso al mar. Sus murallas, aún en pie, resistieron numerosos asedios y batallas, especialmente en los conflictos entre España y Francia. El casco antiguo, perfectamente conservado, es testigo de ese pasado militar y comercial, y pasear por sus calles es recorrer la historia viva de la región.
Qué ver y hacer en Fuenterrabía: Entre murallas, mar y naturaleza
El casco histórico amurallado es el corazón de Fuenterrabía y uno de los mejor conservados de Gipuzkoa. Se accede por la imponente Puerta de Santa María, que da paso a la calle Mayor, flanqueada por casas solariegas, pequeñas tiendas y tabernas tradicionales. En la Plaza de Armas destaca el Castillo de Carlos V, hoy convertido en Parador Nacional, desde donde se obtienen vistas espectaculares de la bahía y la ciudad. La Iglesia de Santa María de la Asunción y del Manzano, de estilo gótico, es otro punto imprescindible.
Gastronomía: Sabores del Cantábrico y la tradición vasca
Fuenterrabía es sinónimo de buena mesa. La ciudad presume de una oferta gastronómica que va desde bares de pintxos hasta restaurantes de alta cocina. El pescado y el marisco fresco son protagonistas: destacan platos como el bacalao al pil-pil, la merluza a la koskera, las kokotxas y las anchoas del Cantábrico.
Los pintxos, pequeños bocados creativos, son una experiencia obligada en la calle San Pedro, donde cada local compite por ofrecer la mejor combinación de sabores. El txakoli, vino blanco local, es el acompañante perfecto para cualquier comida, y la repostería vasca, con especialidades como la pantxineta, pone el broche dulce a la visita.
Atractivos únicos: Entre dos mundos
Lo que diferencia a Fuenterrabía de otros destinos es su capacidad para fusionar historia, naturaleza y modernidad. Su ubicación, frente a la costa francesa y a pocos minutos de San Sebastián, permite combinar la tranquilidad de un pueblo con el acceso a servicios y actividades urbanas. La vista de la bahía de Txingudi, la cercanía con Hendaya y la posibilidad de cruzar la frontera en barco son experiencias únicas. El ambiente marinero, la arquitectura medieval y la hospitalidad vasca convierten a Fuenterrabía en un lugar inolvidable.
Dónde dormir: Alojamientos con encanto
La oferta de alojamiento en Fuenterrabía es variada y de calidad. El Parador de Hondarribia, situado en el Castillo de Carlos V, es una opción privilegiada para quienes buscan historia y confort en un entorno monumental. También destacan hoteles boutique y casas rurales en el casco antiguo, así como alojamientos modernos cerca de la playa, todos ellos con un servicio atento y vistas excepcionales. Para quienes prefieren una experiencia más local, existen pensiones familiares y apartamentos turísticos que permiten disfrutar del ritmo pausado y acogedor de la villa