Zaragoza se alza como un guardián de la historia, desde su fundación romana como Caesaraugusta hasta convertirse en la capital del Reino de Aragón, siempre ha sido un lugar donde la valentía de su gente y la riqueza de su patrimonio han definido el carácter de la ciudad.
Sus calles, monumentos y tradiciones te invitarán a sumergirte en una experiencia única, donde la historia cobra vida propia y la gastronomía seduce todos tus sentidos. Uno de sus tesoros más singulares de esta urbe es la desconocida Casa de Miguel Donlope, actual sede de la Real Maestranza de Caballería.
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Historia viva: los orígenes de Zaragoza y la Real Maestranza
Fundada por los romanos, Zaragoza ha sido testigo del paso de grandes civilizaciones: romanos, visigodos, musulmanes y cristianos han dejado una huella indeleble de su paso por la ciudad. Su historia moderna comenzó tras la conquista cristiana de 1118 por Alfonso I el Batallador, un hito que marcó el inicio de una nueva era y la consolidación de la nobleza aragonesa.
En este contexto surgió la Cofradía de Caballeros e Infanzones de San Jorge, germen de la actual Real Maestranza de Caballería de Zaragoza. Esta institución, nacida para defender los privilegios de la nobleza frente a la pujante burguesía, fue reconocida oficialmente en 1505 por Fernando el Católico y jugó un papel clave durante los Sitios de Zaragoza en la Guerra de la Independencia. En 1819, Fernando VII la elevó al rango de Maestranza, convirtiéndola en la última de las cinco grandes maestranzas españolas y, paradójicamente, en la de origen más antiguo.
Historia de la Casa de Miguel Donlope
La Casa de Miguel Donlope, situada en la calle Dormer en pleno centro histórico de Zaragoza, es uno de los ejemplos más sobresalientes de la arquitectura civil renacentista aragonesa. Fue mandada construir en la primera mitad del siglo XVI por Miguel Donlope, un influyente jurista de origen converso. Esta casa refleja el poder y la posición social de su propietario, quien llegó a ser abogado del Concejo de la ciudad y representante en las Cortes.
El edificio, finalizado en 1542, destaca por su fachada de ladrillo, la elegante galería de arcos doblados y el impresionante alero de madera, así como por la magnífica cúpula de madera que corona la escalera principal, donde se fusionan elementos mudéjares y renacentistas.
Desde 1912, la Casa de Donlope es la sede de la Real Maestranza de Caballería de Zaragoza, que ha velado por su conservación y restauración, permitiendo a los visitantes descubrir la vida y el esplendor de una gran familia zaragozana del siglo XVI en un entorno que ha sabido mantener su esencia histórica y artística.
Qué ver y visitar: un paseo imprescindible
La visita a Zaragoza debe comenzar por la Plaza del Pilar, epicentro monumental donde se alzan la majestuosa Basílica del Pilar y la Seo, dos joyas arquitectónicas separadas por siglos pero unidas por la devoción popular. Muy cerca, el Palacio de la Aljafería, fortaleza islámica convertida en palacio cristiano, ofrece un viaje a través del arte mudéjar y la historia de Aragón.
Otros lugares imprescindibles son el Museo de Zaragoza, el Teatro Romano y el Mercado Central, donde la vida cotidiana de la ciudad se despliega en todo su esplendor. Para los amantes del arte contemporáneo, el CaixaForum y el IAACC Pablo Serrano ofrecen exposiciones de primer nivel.
Sabores de la tierra: la gastronomía zaragozana
La cocina de Zaragoza es un festín de sabores intensos y productos de la tierra. Entre los platos más emblemáticos destaca el ternasco de Aragón, cordero asado a fuego lento que se deshace en la boca y resume la esencia de la gastronomía local. El lomo a la zaragozana, los huevos al salmorejo y las migas son otras delicias que conquistan a propios y extraños.
Para los golosos, la repostería ofrece joyas como la Trenza de Almudévar, un hojaldre relleno de frutos secos y glaseado, y el guirlache, turrón de almendras y caramelo de origen medieval. En las tabernas y bares del Tubo, el tapeo se convierte en una experiencia social donde probar desde embutidos artesanos hasta innovadoras creaciones de autor.
Tradiciones y festividades: el alma de Zaragoza
Zaragoza es una ciudad que vive sus tradiciones con intensidad. Las Fiestas del Pilar, en octubre, transforman la ciudad en un hervidero de música, danzas y devoción, con la ofrenda de flores a la Virgen como acto central. Durante la Semana Santa, las procesiones recorren las calles en un despliegue de arte sacro y fervor popular.
Otras celebraciones, como la Cincomarzada o la Romería de San Valero, mantienen vivas las costumbres ancestrales y ofrecen al visitante la oportunidad de integrarse en la vida local. Los mercados medievales, ferias gastronómicas y festivales culturales completan un calendario vibrante y diversos.
Dónde dormir: alojamientos con encanto
Zaragoza ofrece una amplia gama de alojamientos para todos los gustos y presupuestos. Para quienes buscan una experiencia única, los hoteles boutique del casco histórico permiten dormir en antiguos palacetes restaurados, con vistas a la Basílica del Pilar o a la ribera del Ebro. El Hotel Catalonia El Pilar, ubicado en un edificio modernista, destaca por su ubicación y encanto. El NH Collection Gran Hotel, con su elegante arquitectura y servicios de lujo, es ideal para quienes desean confort y tradición.
Para una estancia más contemporánea, el Hotel YIT Ciudad de Zaragoza ofrece comodidad y excelente relación calidad-precio, perfecto para familias y viajeros de negocios. Los apartamentos turísticos y hostales del centro son una opción práctica para quienes desean independencia y cercanía a los principales puntos de interés.