El drama de la reina Fabiola de Bélgica para ser madre

La que fuera esposa del rey Balduino no pudo darle un heredero, por lo que a la muerte del monarca, la corona recayó en el hermano menor del rey, Alberto II y, tras la abdicación de este, en su sobrino Felipe

Fabiola y Balduino en la nieve
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Montse Jolis
Montse Jolis

Periodista especializada en corazón y sociedad

La primera obligación de una reina, según la tradición monárquica, es darle un heredero o heredera a la institución, algo que le fue imposible a Fabiola de Bélgica, casada con el rey Balduino desde el 15 de diciembre de 1960.

Puso en riesgo su vida con tal de ser madre

Para Fabiola fue un auténtico drama no poder ser madre por más que lo intentó todo en sus primeros ocho años de matrimonio. Hasta cinco embarazos frustrados sufrió la reina de los belgas, que llegó a someterse a una delicadísima intervención quirúrgica, que puso en peligro su vida, con tal de ver cumplido su deseo de darle un heredero al trono belga.

Así lo relataba la revista Lecturas en 1968. "A punto de cumplir 40 años, la reina Fabiola de Bélgica continúa sin perder la esperanza de dar a luz a su primer hijo. Han pasado ocho años desde su enlace con el rey Balduino, tiempo durante el cual habría sufrido cinco terribles interrupciones", según explicó la revista.

Fabiola y Balduino

La pareja, en 1960, antes de contraer matrimonio en Bruselas.

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"El último de estos embarazos frustrados le produjo unas adherencias que hacían imposible la concepción e, incluso, ponían en riesgo su vida si trataba de volver a intentarlo", relataba Lecturas. "Pese a todo, la soberana se sometió a una delicadísima operación contra los deseos de su corte médica y de su marido".

"Majestad, renuncie a la esperanza de ser madre"

Haciendo oídos sordos a las recomendaciones, Fabiola decidió seguir adelante y se puso en manos de su médico personal, el doctor R. Palmer, que previamente había consultado el caso con Carl Axel Gemzell, considerado el ginecólogo más célebre del mundo.

"Su último embarazo tuvo lugar en 1966 y sufrió una interrupción debido a que este se había producido de forma extrauterina, dando pie a la formación de adherencias que estrangulaban las trompas del útero", publicaba Lecturas.

Tras analizar el caso, Palmer le rogó: "Majestad, si no quiere poner en peligro de muerte su vida, renuncie a la esperanza de ser madre". Para Fabiola fue un golpe muy duro, pero ella se resistió a la evidencia. "No lo haré nunca, mi deber es hacer lo imposible para dar un heredero al trono", contestó ella.

 

Fabiola de Bélgica

La reina Fabiola de Bélgica, en 1963.

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Así, la reina Fabiola fue intervenida en la Clínica Saint Jean, en Bruselas. "Pese a que la intervención para restaurar el organismo de la reina haya sido un éxito, no hay que hacerse demasiadas ilusiones", afirmó un especialista parisino consultado por Lecturas. Y, en efecto, así fue. Fabiola salió indemne de quirófano, pero siguió siendo incapaz de dar a luz.

Resignados a no tener descendencia

Cuando ya Fabiola y Balduino se resignaron al hecho de que nunca tendrían descendencia, el rey tomó como delfín a su sobrino, Felipe de Lieja (63 años), hijo de su hermano Alberto y de la italiana Paola Ruffo di Calabria. Tanto Balduino como Fabiola, de profundas convicciones religiosas, desaprobaban la disipada vida que llevaban Alberto y Paola, por lo que el soberano depositó toda su confianza en su sobrino.

A la muerte de Balduino, en 1993, sin embargo, Alberto tomó posesión de su cargo como nuevo rey de los belgas, dejando a su hijo Felipe como heredero a la corona. Alberto abdicó en favor de su hijo en 2013.

La primera boda retransmitida por Eurovisión

Fabiola de Mora y Aragón, nacida en Madrid en 1928, contrajo matrimonio con el rey Balduino de los belgas en la catedral de San Miguel y Santa Gúdula, en Bruselas. Fabiola lució un elegantísimo diseño de Cristóbal Balenciaga.

Cuentan que don Juan, padre de Juan Carlos I, hubiera querido que su primogénita, la infanta Pilar, se casara con Balduino y se convirtiera en la reina de los belgas. Pilar de Borbón, alentada por su padre, acudió a una fiesta en Laussana y se hizo acompañar de una discreta Fabiola de Mora y Aragón, hija de los marqueses de Riera y ahijada de la reina Victoria Eugenia, esposa de Alfonso XIII. Balduino, sin embargo, no se interesó por la infanta, sino por su amiga, con la que acabó casándose y, pese a no tener hijos, fue muy feliz a su lado hasta su muerte.

Boda de Balduino y Fabiola

Fbiola lució un vestido de Balenciaga en su boda con Balduino.

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Como curiosidad, recordemos que la de Balduino y Fabiola fue la primera boda que fue retransmitida en directo por Eurovisión, por lo que pudo ser seguida por espectadores de España –aunque en 1960 todavía había muy poquitos televisores en nuestro país– y de toda Europa.

Que la novia fuera de origen español resultó ser un inmenso atractivo para el público de aquí. Por cierto, quien debió seguir el enlace a través de la pequeña pantalla fue el hermano menor de Fabiola, Jaime de Mora y Aragón, un 'bon vivant' que, por su conducta ociosa y frívola, fue declarado 'persona non grata' en la familia real belga y, por supuesto, no estuvo invitado a la boda de su hermana.

Fabiola y Balduino

El matrimonio, de profundas convicciones religiosas, siempre permaneció muy unido.

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Muy ligados a España

Fabiola nunca renunció a su amor por España y todos los años pasaban sus vacaciones de verano en su casa de Motril, en Granada, llamada Villa Astrida, donde, precisamente, murió Balduino el 31 de julio de 1993. En ocasiones, el matrimonio también recalaba en Zarautz, Guipúzcoa, donde Fabiola tenía una residencia que había pertenecido a sus antepasados.

Tras el deceso de Balduino, Fabiola regresó a Bruselas, pero tuvo que abandonar la residencia oficial de Laeken, ya que allí se instalaron los nuevos reyes Alberto II y Paola. Siempre discreta y fiel a Balduino, Fabiola se hizo querer y respetar por el pueblo belga. Hablaba perfectamente francés y neerlandés y se convirtió en una reina muy querida.

Fabiola, la reina viuda, se mudó al castillo de Stuyvenberg, en Laeken, y disminuyó sus apariciones públicas para no eclipsar a su cuñada, la reina Paola y posteriormente a su sobrina la reina Matilde. Fabiola murió el 5 de diciembre de 2014 por causas naturales a los 86 años.

Fabiola

Fabiola enviudó en 1993. Su sucesora fue la reina Paola, esposa de Alberto II.

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