Pascual Ariño, propietario de 15 pisos: “Yo he sido policía, llegaba justo a fin de mes y me ponía a hacer horas extra reformando mis propios pisos”

Trabajador en una pizzería, repartidor y hasta policía. Pascual Ariño es uno de esos ejemplos de empresario hecho a sí mismo. A pesar de tener un empleo estable, decidió que no era suficiente y compaginó su día a día dentro de los Cuerpos y fuerzas de seguridad del Estado con la reforma de viviendas. Fue así como inició su trayectoria a la que ahora saca provecho.

El empresario inmobiliario se sinceraba acerca de su testimonio y señalaba el problema que existe en la actualidad. “Falta educación financiera”, explicaba en su intervención en LaSexta Noche. “Yo he tenido ocho hipotecas y préstamos personales”, afirmaba. “Cuando sabes invertir se trata de coger una propiedad, sacarle el máximo partido posible y venderla”.

De esta forma ha llegado a ser titular de hasta 17 propiedades. No todas son viviendas, apunta. También ha tenido naves industriales de las que se ha ido desprendiendo para sacarle provecho y así poder reformar otros apartamentos. Una historia que ha querido compartir en primera persona.

De policía a propietario de 15 pisos

“No he sido policía durante 14 años; antes, trabajaba en el Telepizza, de repartidor, de todo, y cuando era policía y terminaba de trabajar, lo que hacía era ir a reformar pisos, y como no tenía dinero para la reforma, cogía los sacos de escombros y los subía yo solo, así como los sacos de cemento y de ladrillos”, comentaba este pasado sábado.

“Yo he sido policía, llegaba justo a fin de mes y me ponía a hacer horas extra reformando mis propios pisos", ha insistido, tras lo que ha defendido que el problema actual "no son los rentistas, sino la falta de educación financiera”, apuntaba. “Se trata de coger una propiedad, sacar el mayor partido posible, venderla y comprar otras dos”.

“El problema es que de la nomina cuando un empresario te paga 2800 pavos a ti te llega 1600. La mitad del salario de los trabajadores no llega a su bolsillo. La mitad del salario se van a pagar la vivienda. La mitad de los gastos de la cada se van en impuestos”, señalaba, no sin recibir importantes críticas del resto de colaboradores presentes.