La película 'La viuda negra' ya es todo un éxito en Netflix. La plataforma vuelve a apostar por los crímenes más mediáticos y por la productora de 'El caso Asunta' para contar la historia del asesinato de Antonio Navarro Cerdán en un garaje de Patraix (Valencia).
A partir de este momento, si no conoces lo que ocurrió en este barrio valenciano en agosto de 2017 y prefieres descubrirlo a través de la ficción estrenada este viernes, 30 de mayo, no sigas leyendo. Advertimos de la existencia de spoilers en las siguientes líneas.
El ingeniero fue asesinado en la plaza de la cochera de su edificio, en la que había aparcado su vehículo por la noche. A primera hora de la mañana, alguien acabó con su vida asestándole varias puñaladas. Horas más tarde, un vecino encontró el cadáver y el prestigioso grupo de homicidios de la Policía Nacional de Valencia empieza a investigar.
Tras dibujar en la pizarra varias hipótesis, los agentes estrechan el cerco a María Jesús Moreno y Salvador Rodrigo, la viuda de la víctima y uno de sus amantes. En la revista Lecturas hemos hablado en exclusiva con nuestro psicólogo de cabecera, Santi Santamaría para profundizar en el análisis de la mente del autor material y de quien le empujó a matar a su esposo.
Los rasgos psicopáticos de Maje
María Jesús Moreno, conocida por su círculo cercano como Maje, tenía 27 años y llevaba uno casada con Antonio Navarro. Él era de Novelda, un pequeño pueblo de la provincia de Alicante al que regresaba constantemente. Ella aprovechaba algunos de estos viajes para dar rienda suelta a la pasión con sus amantes mientras fingía cambios de turno en el hospital en el que trabajaba.
"Sin decir que tengamos un diagnóstico, el personaje de Maje muestra rasgos psicopáticos, ya que engloba diferentes ítems de estos rasgos, como son la manipulación, la falta de empatía, la incapacidad de mostrar remordimiento, el cargo de conciencia o la ausencia de culpa", aterriza inicialmente Santi Santamaría en su análisis para Lecturas.
En la protagonista real de 'La viuda negra', continúa el psicólogo, "se ve narcisismo, porque acomoda sus necesidades por encima de los demás". Antes de que Salva decida matar por ella a su marido, se lo pide a Andrés, otra de sus parejas sexo-afectivas. Les hace creer que Antonio la maltrata.
Un verdugo que juega a ser víctima
Maje juega con ese papel de víctima y también utiliza su indudable atractivo físico en pro de la manipulación y para conseguir alcanzar sus metas y objetivos. Para el experto hay en ella "algo de persona calculadora" y "no distingue elemento de autoridad", ya que trata de engañar a la policía tal y como lo hace con los hombres a los que ha conquistado.
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Santamaría cree que "ella se cree la historia que vende a los demás" y subraya también que "cuando su marido le reclama, la respuesta va muy hacia la victimización. Todo lo lleva a esa parte", cuando él descubre alguna de sus infidelidades.
En la condenada como autora intelectual por el crimen de Patraix observa también el denominado "encanto superficial", que hace alusión a los rasgos comunes en el perfil de un psicópata. Personas que son "encantadoras, sociables y con buenas habilidades sociales". Es Ivana Baquero quien interpreta el papel protagonista en la película de Netflix.
La obsesión de Salva
Salvador Rodrigo era celador y compañero de Maje en el Hospital La Luz. Tenía 47 años en el momento en el que se dejó llevar por lo obsesionado que estaba con la enfermera, estaba casado y había tenido con su mujer una hija. Hay quienes aseguran que fue ella la que le convenció para que contara en sede judicial que fue su amante la que le dijo que asesinara a Antonio, después de meses protegiéndola.
"Es una persona tan insegura de sí misma que piensa que Maje es lo mejor que ha podido conseguir en su vida. Está en la crisis de los 40, percibe una vida muy monótona con mujer y una hija desde hace décadas", analiza Santi Santamaría, quien pone el acento también en el "premio" que ha supuesto para él tener un 'affaire' con una chica tan atractiva y 20 años más joven que él. Tristán Ulloa se mete en su piel en 'La viuda negra'
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Maje consigue que Salva acceda a cometer el crimen para hacer honor al nombre con el que ha sido bautizado y nuestro psicólogo de cabecera observa que "hay una posible despersonalización o enajenación en él". Hay un momento reflejado en la película en la que él aparece como si fuera un 'zombie', empujado hacia la comisión del crimen en el garaje como si estuviera fuera de sí.
Después, hay en él cierto arrepentimiento y eso es, de hecho, lo que provoca que en una llamada que hace a la autora intelectual levante la liebre con una confesión a medias de lo que han planificado durante semanas. Es cuando la policía empieza a investigarles con lupa.