Hay países en los que parecería que nunca se agotan los sitios pendientes por visitar. Uno de ellos es Italia, donde playas, pueblos, ciudades, historia y naturaleza aparecen a cada esquina. Hasta fines del siglo XX, la Costa Amalfitana era el destino de playa preferido entre los italianos, así como un punto de atracción para figuras de todo el mundo.
No caben dudas que la belleza natural de esta zona, los pueblos coloridos y la belleza mediterránea sigue siendo un lugar deseable para cualquier personal del mundo. Sin embargo, a partir del crecimiento de otras regiones, ya no es unánime que la Costa Amalfitana sea el mejor lugar por conocer…
La belleza natural de Sicilia siempre ha estado, pero fue recién en los 90 cuando la isla atravesó un período de desarrollo turístico y dejó atrás décadas de crisis con la amenaza de la mafia. Desde entonces, es un destino soñado para vivir unas vacaciones únicas, donde combinar descanso, cultura y buena gastronomía.
Ruta de 8 días por Sicilia: unas vacaciones de al mejor estilo “dolce vita”
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En Sicilia no hay lugar para las motos, como en la Costa Amalfitana, y aquí el imprescindible es el auto. El paquete de Logitravel incluye su alquiler, las siete noches de alojamiento, así como el vuelo a Palermo desde diferentes ciudades de España. Luego, el circuito es casi en su totalidad por la costa, donde se concatenan paradas obligatorias. El itinerario contempla las siguientes etapas:
Palermo: aquí llega el vuelo. La capital de Sicilia es el gran centro administrativo de la isla, y la mejor puerta de ingreso al viaje. Por su magnitud y su arquitectura monumental tiene similitudes con otras grandes urbes italianas. La huella de los griegos y del Imperio Romano están vigentes en las calles, donde hoy sus animados bares invitan a pasar una noche inolvidable.
Monreale, Erice, Trapani: en verano, los palermitanos van a la bonita playa de Mondello. Saliendo de la ciudad, a 30 minutos, está el encantador enclave de Monreale con su Catedral árabe – normanda. Se puede desviar camino rumbo a San Vito Lo Capo, considerada una de las playas más bonitas de Italia. Luego, como en un viaje del tiempo, se continúa viaje hasta el increíble pueblo medieval Erice y merece la pena detenerse en el camino para disfrutar de las vistas del monte Érix que, en los días despejados, se visualiza el volcán Etna y la costa de África. Más tarde, continúa en el centro histórico de la bonita Trapani.
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Joyas arqueológicas y Valle de los Templos: desde Trapani puedes cruzar a la pequeña Isla Favignana, donde todos circulan en bicicleta, o seguir viaje hacia los yacimientos de Selinunte y Segesta. Cerca de allí está la Playa Marinella y luego continúa en Agrigento, donde está el afamado Valle de los Templos, Patrimonio de la Humanidad de la UNESCO. Aquí es uno de los sitios perfectos para disfrutar la gastronomía siciliana.
Villa Romana del Casale, Piazza Armerina: el itinerario continúa en una Villa que estuvo bajo el lodo durante siglos y se mantiene intacta. Más tarde, pasa por los pies del Etna y continúa en Catania.

Vista aérea desde Siracusa
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Siracusa, Noto, Ragusa: Siracusa ha sido una de las ciudades más bellas de la Antigüedad y continúa siéndolo. Del estilo greco-romano se pasa al barroco de la bellísima Noto y la laberíntica ciudad de Ragusa.
Volcán Etna, Taormina: el volcán Etna es imponente y todo un símbolo de Sicilia. Luego, el viaje continúa en Taormina, una isla fascinante que ha encandilado a visitantes de todo el mundo y es uno de los destinos de lujo del momento.
Cefalú, Palermo: antes de regresar a Palermo para coger el avión de regreso, una parada obligatoria es Cefalú, el antiguo pueblo de pescadores con aspecto medieval tan bien retratado en “Cinema Pardiso”.
Como si fuera poco el atractivo que dispone Sicilia, el tiempo en la isla es cálido y las vacaciones de playa se pueden hacer hasta el mes de octubre, incluido.
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