Luis Eduardo Aute, el músico de mirada melancólica que triunfó por casualidad

8 de abril de 2020, 06:00

Corrían mediados de los sesenta en Sitges. Como en todos los lugares de veraneo, las discotecas, entonces llamadas boîtes, organizaban concursos de baile, el twist, la yenka, el rock, el madison, el hully gully… Pepe´s Club, un lugar inmenso al aire libre, era la más concurrida. Se anunciaban en todo el pueblo. ¡Tamouré! ¡El sábado! ¡Gran concurso de tamouré! ¡Cien pesetas y una botella de coñac a los ganadores! El tamouré era un baile polinesio que nadie sabía muy bien cómo se bailaba, que había puesto de moda ese verano un grupo de nombre impronunciable. Los chicos escogían a las chicas. Como es natural, las monas fueron las más solicitadas, después las menos guapas.

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