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Siempre que Mosquera se sentaba en un plató de televisión le preguntábamos por Rocío Carrasco y ella se mostraba rotunda: “No pienso hablar sobre este tema”. Sospechábamos que la relación entre las dos no había acabado bien del todo pero Mosquera parecía dispuesta a no más echar leña al fuego. Sólo en sus últimas intervenciones dejó entrever que su silencio debería ser muy valorado por Carrasco. Pero ahora que Rocío está en el punto de mira la Mosquera ha decidido que bastante tiempo ha permanecido con la boca cerrada y esta noche se siente en el Deluxe dispuesta a atizarle unos cuantos mandobles. Os propongo un juego. Estoy escribiendo este párrafo a las tres y cuarto del viernes. En la entrevista previa que me acaban de pasar Raquel promete una noche gloriosa: habla de qué manera se efectuó el reparto de bienes de su marido, de la nula relación que mantenía Rocío con su padre antes de que muriera y de lo mal que se portaron con ella tras la muerte de Pedro. Estas entrevistas pintan bien sobre el papel pero muchas veces el entrevistado recula en el plató porque el miedo le impide contar lo que tenían previsto. Si esta noche Raquel cuenta todo lo que nos ha prometido Rocío Carrasco se va a ir a la cama con dolor de cabeza.