"He sido muy feliz en Canarias. Su mayor tesoro no es su clima ni las playas, que también, sino su gente"

10 de abril de 2016, 14:42

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Guardo una relación muy estrecha con las islas. La primera vez que cogí un avión fue con mis padres, a Tenerife. Por cuestiones amorosas –y económicas también, claro- me hice residente canario. Y hoy domingo vuelo a Las Palmas de Gran Canaria para hacer promoción, mañana lunes, de la gira de 'Iba en serio' por Tenerife, Las Palmas y Fuerteventura. Hace veinte años, durante unas mini vacaciones en Maspalomas, descubrí por casualidad el Jumbo. Un centro comercial de varias plantas en el que durante el día se vendían mantelerías, perfumes y aparatos de electrónica y por la noche se transformaba en un divertidísimo lugar repleto de gays que disfrutaban con las terrazas, bares, y discotecas que florecían al caer la tarde. Descubrir el Jumbo fue como hallar mi particular Tierra Prometida. He sido muy feliz en Canarias. Su mayor tesoro no es su clima ni las playas, que también, sino su gente. Cariñosísima, simpática, tolerante, extrovertida, muy vitalista. Y en particular, para qué engañarnos, me gustan mucho los hombres canarios. En especial sus pieles. Tan tonificadas, tan húmedas, tan bronceadas. Tan ligeramente saladas. En fin, que siempre es un placer volver y maravilloso debe ser quedarse. Tengo que empezar a planteármelo.

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