Fritz Perls, psiquiatra y psicoterapeuta alemán, y la frase que te enseñará a gestionar tus expectativas y te quitará la presión de cumplir con la de los demás

¿Sientes que tus expectativas siempre se ven defraudadas? ¿Vives con la sensación de no ser nunca suficiente, de no estás a la altura? Esta frase puede cambiar tu forma de entender el mundo si la lees con atención.

Celia Pérez
Celia Pérez León

Periodista especializada en lifestyle y cultura

Felicidad
GTRES

Cuando pensamos en la felicidad, en el éxito, a menudo nos descubrimos insatisfechas. Agobiadas. Decepcionadas. El mundo jamás está a la altura de nuestras expectativas. Al mismo tiempo, sentimos que jamás seremos suficiente para cumplir con las expectativas de los demás. Las redes sociales, y las imágenes de vidas perfectas que nos intentan vender, solo han conseguido que este problema sea cada vez más y más grande.

Pero ¿qué sucede cuando los sueños dejan de ser un impulso y se convierte en una carga? ¿Qué podemos hacer con todas estas expectativas frustradas? Fritz Perls, psiquiatra y psicoterapeuta alemán, conocido por ser uno de los fundadores de la famosa terapia Gestalt, tenía una frase en la que conseguía resumir la respuesta a todas estas preguntas. ¿Quieres conocerla?

El riesgo de las expectativas

“Soñar es gratis”, se suele decir. Y es cierto. Pero soñar, sin dimensión ni mesura, también entraña ciertos riesgos. Vivir con unas expectativas demasiado elevadas, lejos de ser un impulso para la ambición y el éxito, puede convertirse en una trampa emocional. Cuando nuestras expectativas se desbordan, comenzamos a experimentar una serie de problemas que pueden afectar a nuestra salud mental y a nuestras relaciones. Sentimos frustración, decepción, agotamiento emocional e, incluso, ansiedad crónica.

El riesgo de las expectativas es, al fin y al cabo, la insatisfacción. Cuando esperamos que las cosas salgan de una manera específica, nos exponemos a la decepción cuando la realidad no se ajusta a lo que esperábamos. Y, por desgracia, esto sucederá la gran mayoría de las veces.

Algo similar sucede cuando nos hacemos esclavos de otras peligrosas expectativas: la de los demás. Nadie es perfecto, por lo que es imposible cargar con el peso de cumplir con todo lo que otros esperan de ti. Esta necesidad constante de validación solo conseguirá que dejes de vivir tu vida según tus propios deseos, que dejes de ser tú, para convertirte en algo más próximo a lo que otros esperan, pero que jamás será suficientemente perfecto.

Es por eso por lo que hoy te recomiendo que prestes mucha atención a esta frase de Fritz Perls, porque si consigues interiorizarla, tu vida cambiará para siempre. Él decía: “No estoy en esta vida para cumplir las expectativas de los demás, ni siento que el mundo deba cumplir con las mías”.

¿Cómo combatir las expectativas?

Sin duda, el primer paso para acabar con un problema es, reconocerlo. Fritz nos deja esta cita con la que podemos hacer un maravilloso ejercicio de afirmaciones positivas. Repetir esta frase cada mañana, como un mantra, puede influir en nuestro estado mental y emocional, así como en nuestras creencias y comportamientos.

Además de repetir e interiorizar esta conocida frase, hay otros consejos prácticos que puedes aplicar para aprender a controlar tus expectativas y mejorar tu satisfacción con la vida.

  • Establece expectativas realistas. Evalúa tus metas y expectativas en función de la realidad y de tus capacidades. Pregúntate si lo que esperas de ti misma o de los demás es razonable y alcanzable. Establece metas más pequeñas y alcanzables, para sentir que avanzas sin abrumarte.
  • Practica la gratitud. En lugar de centrarte en lo que te falta o en lo que debería ser, dedica tiempo a reconocer y apreciar lo que ya tienes. Llevar un diario de gratitud puede ayudarte a enfocarte en lo positivo y disminuirá tu insatisfacción general.
  • Vive en el “aquí y ahora”. Practicar la atención plena, también conocida como mindfulness, puede ayudarte a mantenerte en el presente. Al ser consciente de tus pensamientos y emociones en el momento actual, conseguirás reducir la ansiedad relacionada con el futuro y las expectativas que lo rodean.
  • Comunica tus límites. En cuanto a las expectativas externas, es importante establecer límites claros sobre lo que estás dispuesta a hacer y lo que no. Aprender a decir “no” cuando sea necesario y comunicar tus necesidades de forma asertiva te ayudará a reducir la presión de cumplir con las expectativas ajenas.
  • Reformula tus pensamientos. Cuando sientas que las expectativas sobre ti misma o sobre cualquier otra circunstancia o persona empieza a abrumarte, reformula tus pensamientos. En lugar de pensar “debo cumplir con esto” o “no puedo fallar”, prueba con “haré lo mejor que pueda” o “estoy abierta a cualquier resultado”. Este cambio de perspectiva puede aliviar la presión y te permitirá abordar las situaciones con más flexibilidad.