¿Cómo han podido conseguirlo? Esa era la pregunta que a todos se nos venía a la cabeza cuando se ha hecho público que Anna Kournikova ha sido capaz de llevar en completo secreto, de cara al público, su embarazo de mellizos. Un secreto en el que ha estado acompañada por Enrique Iglesias. Los dos han sido capaces de guardar el secreto sin despertar ni una sola sospecha… o bueno, quizás una sí.

El pasado junio, Lecturas se hacía eco de unos rumores de embarazo a raíz de una foto de cuerpo entero publicada por la tenista. En ella se la veía con leggings y un top ancho, sus seguidores corrieron a preguntarle si estaba encinta. A raíz de esa instantánea, y dos días más tarde, subía otra mostrando su abdomen planísimo. Estaba tumbada y practicando ejercicio, o, por lo menos, lo intentaba pues uno de sus perros tenía otros planes para ella como jugar y lamerle la cara. Después, las fotos de sus canes, protagonistas de su vida, se intensificaron aún más. Algún que otro entrenamiento, siempre relajado y sin demasiado esfuerzo físico, trabajando el ‘core’, y los selfies en primer plano se convertían en el principal ‘tema’ de su Instagram desde verano. Imaginamos que, conforme fue avanzando el embarazo, la cámara de su teléfono fue acercándose a su rostro para mantener a salvo los dos secretitos que crecían dentro de ella.

Por su parte, Enrique continuaba con su posteo habitual de encuentros con fans, conciertos y, sí, sus perros. Sus dos mascotas volvían a sacarles del aprieto de compartir algo que diese una pista para que se hablara del embarazo de Anna.

Mientras que otros famosos habrían corrido a las redes con la primera confirmación del embarazo ellos prefirieron esperar. Ni mejor ni peor, maneras diferentes, cada una perfectamente validas y admirables de llevar sus vidas.

Ahora solo somos capaces de pensar una cosa: son tan buenos guardando secretos que sus hijos podrían estar en la universidad y nosotros continuar dándole ‘like’ a las fotos de sus mascotas.