Iker Casillas es portero de fútbol de profesión, pero toll de corazón. Reparte ‘zascas’ entre compañeros como si fueran caramelos (ácidos, de esos que pican y te contraen la mandíbula hasta el cogote), y se defiende como pocos famosos de los ataques de los ‘haters’. No necesita que nadie en redes vigile sus espaldas, pues ya se las apaña muy bien solito. Si tuviéramos que resumir con un solo hashtag cada vez que Iker abre la boca en Twitter e Instagram lo haríamos con un #dealwithit.

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La última víctima de sus troleos ha sido su compañero en la Selección Española, Jordi Alba, ¿el motivo? Su acento cuando habla inglés. A Iker le encanta meter el dedito en la llaga cuando se tratar de picarse con compañeros y esta vez le hizo mucha gracia la manera en la que Alba decía “see you tomorrow”, en un vídeo que Piqué colgaba horas antes. ¡Bueno, Iker, tampoco te las des de institutriz británica!

Hace solo unos días, con Piqué, con el que tiene un diálogo muy fluido (y picado) en las redes, vivíamos este momento. “Me estáis volviendo loco pidiéndome entradas para la gira de Shakira: en Viber las podéis conseguir hoy. ¡Dejadme tomar un poquito el sol!", escribió Gerard, y a Casillas le faltó tiempo para comentarle: “¡Qué te calles, borrego!”. ¿Qué pasa? ¿Qué él era uno de los que ejerció de santo gorrón?

Con Marc Bartra escogió otro canal por el que ‘zasquear’ al marido de Melissa Jiménez: los directos de Instagram. Cuando el catalán estaba haciendo uno, su amigo le preguntó por un tema peliagudo: cuando Gareth Bale le pilló la delantera, superándole en velocidad, consiguiendo con esto marcar el gol que en el año 2014 garantizó la Copa del Rey el Real Madrid. Encima tiene buena memoria, el tío… Marc se rió de la salida de su amigo, pero se la devolvió, preguntándole acerca del gol de cabeza que le coló en ese mismo partido. La venganza es un plato que se sirve frío.

Con Michael Ballack, exjugador de fútbol alemán, le restregó por las narices la victoria del equipo de sus amores, al que él le había augurado el fracaso en un partido contra el Bayern; y con su compañero del Oporto, Miguel Layún los ‘tiritos’ son constantes. Uno de los más comentados tuvo lugar cuando Iker se aficionó al Snapchat, hizo una foto al futbolista mexicano y le dibujó un bocadillo en el que decía: “soy muy malo, me retiro del fútbol”.

Y si se las gasta así con los que son colegas, a los que no conoce, directamente, les tira de hincado. El año pasado, uno de sus ‘paradones’ en redes más sonados fue el que le dedicó a un usuario que le llamó “el inventor del mannequin challenge”, supuestamente, por el poco movimiento que demostraba el portero. Este le respondió contundente: “Antes de dormir, ponte el vídeo y pilla papel y boli, y saca apuntes… ya te preguntaré la lección”, y adjuntaba un vídeo con sus mejores trabajos en la portería.

¿Quién teme al Iker feroz?