Simona, expulsada en la emocionante gala de los familiares

Pol pasa la noche con Adara, Miguel rompe su peluquín en una noche en la que nominaron los familiares

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La gala 12 de 'GH 17' fue muy especial por dos razones. La primera, porque acogió el reencuentro de los concursantes con sus familiares y, la segunda, porque supone la cuenta atrás hacia la recta final de la actual edición.

O porque ha lastrado su paso por la Casa que haya sido la última entrar o porque los fans de Meritxell y Adara han hecho más fuerza para que saliera, Simona le decía adiós anoche a su experiencia en 'GH'. La polémica inquilina perdía contra sus archienemigas (más Meritxell, por su competición por la atención de Alain). Adara volvía a librarse de su sexta nominación, aunque esta semana vuelve a estar nominada, junto a Meritxell y Alain.

Una noche de fuertes emociones y actos simbólicos como el de Miguel, que daba un paso adelante con el amor propio por bandera y se libraba de su peluquín. El joven se retiraba el tupé artificial, se rapaba, y acababa quemándolo en el patio al grito liberador de "¡Me quiero"".

Los encuentros con los familiares se fueron sucediendo de uno en uno, algunos más comedidos que otros, pero lo que quedó claro es que ha supuesto una inyección de energía y ánimos para afrontar la recta final del concurso. Y no solo trajeron energía, sino que, los más avispados, se quedaron con la (poca y a veces inconsciente) información que se les escapó a sus visitas. Unos datos que, aunque escasos, pueden ir ponderando estos días para diseñar la estrategia que les lleve al triunfo.

Bea fue la que más se desató durante el encuentro con su madre y sus amigas. Unas reuniones siempre con condiciones y letra pequeña (si no, no sería GH), pues en su caso, fue desde un balcón, a lo Romeo y Julieta. Además, tuvo que compartir el momento con Rodrigo que, desde otra ventana con rejas, llamaba a sus amigos, unidos a los familiares de Bea por un perímetro en forma de corazón.

A Meri le tocó sudar la gota gorda para poder abrazar a su familia. La organización la puso a correr sobre una cinta, pero era tanta la emoción que la embargaba que tuvieron que hacerla parar y tranquilizarla para que continuara con la emocionante "prueba". Misma suerte corrrió Miguel que, ya con su nuevo look, pudo coger la mano de su madre, que le transmitió toda la energía y el cariño que fue posible y le dijo que estaba muy guapo.

Alain, por fin, dejó su frialdad a un lado y se desvivió por abrazar a su amigo, aunque un arnés atado a una pared y el peligro de que el decorado se viniera abajo, lo impidió. Su familia no pudo estar esa noche con él, pero le grabaron un mensaje en un vídeo donde le dijeron lo orgullosos que estaban de él. El programa le tenía una última sorpresa y con ésta sí que sí, ya cedieron todos los muros del inquilino. Alain se quedaba sin habla al ver a su perro, hacia el que corrió para abrazarlo, acariciarlo y jugar con él. En sus casas, la audiencia derramaba lágrimas de emoción por la preciosa estampa.

Y, por fin, Adara, que recibió a su familia y la mayor sorpresa que podía darle 'GH' a estas alturas del concurso: la visita de Pol, que no solo le reiteró su amor incondicional y todo su apoyo y fidelidad fuera de la Casa, sino que iba a pasar con ella esa noche.

El encuentro con los familiares no iba a ser gratis y fueron madres, familiares y amigos quienes tuvieron la misión de conseguirles la entrada al Club de GH 17 y, un auténtico trago: nominarles. Ante el estupor y algo de incomprensión de esta carta jugada por el programa, finalmente, las últimas nominaciones de GH 17 fueron para Adara, Meritxell y Alain.

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