15 de octubre de 2018, 15:06
Sara Carbonero tranquiliza a sus seguidores tras vivir el huracán Leslie
Ella e Iker Casillas han compartido con sus seguidores cómo han vivido el post huracán
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Sara Carbonero, muy tranquilizadora
Sus seguidores estaban muy preocupados por cómo hacía frente al huracán Leslie y ella les ha contado que, el domingo, tras un sábado complicado, llegó la calma
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Mar embravecido
Iker, por su parte, mostró el estado del mar, muy revuelto y con olas furiosas
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Viven pegados a la costa
La casa en la que vivien desde hace un año está pegada a la costa y tiene vistas tan espectaculares como estas, que les han tenido, especialmente estos últimos días, mirando por la ventana
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El domingo escampó
El domingo, la tormenta escampó y esto permitió al matrimonio salir a disfrutar de la ciudad con sus dos hijos.
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Juegos en el parque
Después de quedarse sin poder jugar en el exterior a causa de Leslie, Lucas y Martín estaban deseosos de correr al aire libre. Sus padres les llevaron al parque y a los columpios aprovechando que Leslie les dio tregua
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Y por la tarde... juegos en casa
Iker les están enseñando a jugar al ajedrez y tuvieron una tarde de lo más apacible y tranquila en casa
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A pesar de todo...
... Sara pide más fines de semana como este. Ella le sabe ver el lado positivo hasta a las jornadas huracanadas
Los mensajes han sido constantes. Los fans de Sara Carbonero e Iker Casillas estaban muy preocupados por la pareja y su familia a raíz del paso del huracán Leslie por Portugal. Los ‘Carbonillas’ viven en Oporto desde hace 3 años, por lo que la ciudad portuguesa se ha convertido en su segunda casa, de ahí que su preocupación los estragos de este ‘tormentón’ haya sido absoluta.
Sara ha posteado su plan de domingo, cargado de calma tras una tormenta perfecta. La periodista ha aclarado que “todo está bien” y ha dado las gracias por los mensajes preocupándose por ella y por su familia. Todos están bien y ayer pudieron disfrutar de uno de sus días de ‘slow life’, que tanto le gustan a la empresaria. Ella e Iker llevaron a los niños a los columpios y, por la tarde, jugaron en casa al ajedrez, al refugio del viento y del temporal que había amainado de manera considerable.
Por su parte, Casillas colgó el estado del mar: muy revuelto y con olas furiosas, que se estampaban contra el espigón. Desde su casa portuguesa tienen unas vistas privilegiadas, que estos días les ha tenido, más que nunca, pendientes de la actividad marítima. Además, también compartió algunos instantes con sus hijos, Lucas y Martín, que está tan mayor que hasta ejerce de fotógrafo de sus padres y hermano.
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