Cuando cumplió los 18 años, Rocío Flores destapó la caja de los truenos de la familia de la que tan orgullosa había estado su abuela, Rocío Jurado. Sus mensajes durísimos hacia su madre, Rocío Carrasco, dejaban al descubierto una relación deteriorada desde hacía años. Y, parece que, por esa misma inercia, y por salir a la luz, la brecha entre la presentadora de 'Hable con ellas' y los Mohedano y los Ortega, se hizo insondable. La historia de unión y orgullo familiar, se había transformado en Rocíito en un lado y el resto del mundo al otro.
Aún así, ninguna de las dos hablan y cada una ha decidido hacer su vida. La hija de Rocío Jurado ha encontrado en el programa que co-presenta, 'Hable con ellas', el altavoz perfecto para dar la imagen que quiere dar de ella misma: novia en capilla con la exclusiva nupcial más suculenta, con éxito profesional, su amante madre aún en el recuerdo, amiga de sus amigas (las Campos), y desterrada de su familia (o más bien, ella desterrando a todos ellos, como heredera universal de La Más Grande). Ni las veces que ha salido su exmarido y padre de sus hijos, Antonio David Flores, corroborando lo sola que está y la mala relación que tiene con su hija desde que ésta cumplió los 13 años, logra amargarle la fiesta.
Por su parte, Ro ha hecho de su tía Gloria Camila, su padre y Olga, la mujer de éste, sus tres pilares. Sin hablar, manteniéndose al margen también de la familia, pero a la vez, arropada por ellos. Se acabaron los mensajes velados y rencorosos hacia su madre en las redes sociales. Ro, desanimada por no ver salida a una reconciliación con su madre, ha tomado la decisión de borrarla. ¿Qué ha hecho y en quién se ha volcado para dejar de sentir apego por la mujer que la trajo al mundo?