28 de septiembre de 2017, 11:13
La razón por la que Anabel Pantoja y su exnovio están enfrentados
La sobrina de la tonadillera se enfrenta a un problema que podría tener difícil solución
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Las lágrimas de la ruptura
Anabel Pantoja acabó confesando en directo a finales de agosto que su relación con Juanlu Viñolo había terminado. Emocionada, no pudo contener las lágrimas ante la cámara.
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Un regalo que ahora es un problemón
Un mes después de la ruptura, Anabel se enfrenta a un problema con el que no contaba: y es que a finales de julio le regaló a su todavía pareja un abono para el abono del Sevilla.
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¿Cómo lo solucionarán?
El problema de compartir este regalo con Juanlu Viñolo es que, de utilizarlo... tendrían que sentarse juntos. ¿Podrán solucionarlo con alguna gestión o no les quedará más remedio que verse las caras si van a ver un partido?
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Varios meses por delante
Si no consiguen gestionar este asunto para separar el abono, Anabel y Juanlu tienen varios meses por delante para verse en el estadio... o dejar de ver los partidos que les apetezcan.
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El regalo más inoportuno de la historia
El asunto de los abonos traerá más de un quebradero de cabeza a la expareja, pero a favor de Anabel hay que decir que es imposible prever que una relación va a terminar de forma tan abrupta tras cuatro años de relación. Precisamente fue su cuarto aniversario el motivo del regalo. ¡Qué cosas tiene la vida!
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El peor verano
La sobrina de Isabel Pantoja ha pasado uno de los peores veranos de su vida. A la ruptura con su novio se le ha unido la grave enfermedad de su padre, Bernardo Pantoja.
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GTRES
Bernardo Pantoja
El padre de Anabel tuvo que se intervenido de urgencia para realizarse una amputación de un pie. Un duro trance que afectó mucho a su hija.
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Muchos frentes abiertos
Anabel también tuvo que enfrentarse con sus compañeros de 'Sálvame' por culpa de su familia. Kiko Hernández le acusó de mentir sobre informaciones relacionadas tanto con su tía como con sus primos Kiko e Isa.
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¿Engañada por su familia?
El enfrentamiento con Kiko Hernández ha sido uno de los peores que ha vivido Anabel en plató. La dura tarea de defender a su familia sin poder hablar mucho de ellos le ha generado muchas enemistades.
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Muy criticada
Anabel no encuentra ni un minuto de paz. Mantenerse en ese complejo equilibrio entre su familia y su trabajo en televisión ha conseguido desestabilizarla en numerosas ocasiones. Este verano, sin ir más lejos, tuvo que salir al paso de las vacaciones de los Pantoja en Ibiza.
Anabel Pantoja sigue luchando día a día para recuperarse de su ruptura con Juanlu Viñolo, el que fuera su pareja durante cuatro años. La colaboradora de 'Sálvame' no pierde el tiempo saliendo de fiesta y disfrutando de la vida para que, poco a poco, se vaya cerrando la herida. Pero ahora ha surgido un problema inesperado que volverá a enfrentarla con su ex. Un problema que, además, tiene difícil solución.
Resulta que Anabel quiso ser de lo más espléndida con su todavía pareja en su cuarto aniversario, a finales del mes de julio, y decidió hacerle un regalo del que seguro que ahora se está arrepintiendo día sí, día también: un abono para ver el Sevilla durante toda la temporada. Un abono que ambos compartían y con el que, lógicamente, pensaban disfrutar juntos sentándose uno al lado del otro para ver los partidos de su equipo.
Pero ahora la situación es otra y tiene que ser muy, pero que muy incómodo tener que sentarte al lado de tu ex si te apetece ir a ver un partido al estadio. Un problema en el que Anabel no pensó cuando compró el abono (ya que nada hacía creer que tan poco tiempo después fueran a ser expareja), y que seguramente no tendrá fácil solución. El programa 'Partido a Partido' de Radioset ha intentado ponerse en contacto con el club para ver si sería posible separar el abono en un caso así o si hay alguna forma de resolver el asunto, pero no han tenido respuesta.
Queda en el aire, pues, el misterio de si podrán arreglar la situación o si tendrán que pasarse toda la temporada escogiendo entre perderse el partido que quieran ver o arriesgarse a ir para acabar compartiendo asiento el uno con el otro. ¡Menudo papelón, Anabel!
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