El encuentro producido esta mañana a primera hora en unos juzgados madrileños entre Pepe Navarro y Lorena Aznar tenía objetivo llegar a algunos acuerdos en la última etapa de su divorcio. Lorena necesita saber si su exmarido se hará cargo de todos los cargos escolares de los niños, lo que incluye su matriculación, más la abonación de las correspondientes mensualidades del centro. Gastos que ella excluye de la manutención.
El tema escolar de los menores era uno de los principales a tratar, pero también la vivienda en la que continúan instalados Aznar y los hijos de la expareja. Las últimas noticias que obtuvimos fue que Pepe había conseguido vender su impresionante ático en la Castellana, por lo que Lorena y los niños debían marcharse de la que, hasta ahora, había sido su vivienda familiar. Pero esto no se ha producido. Pepe, tal y como asegura Antonio Rossi, sostiene que hay un comprador interesado, pero que si los actuales inquilinos de ático no se marchan, él no compra la vivienda. Navarro está en un callejón sin salida.
¿Y por qué no se marcha Lorena? Muy fácil, ella está pendiente de saber si Pepe tendrá que hacerse cargo de los costes del colegio o no. De no ser así, ella no podría hacer frente al centro en el que ahora están matriculados, por lo que habría que cambiarles de centro y esto conllevaría la elección de otra casa, en otro punto de Madrid. Si Pepe sí tuviera que correr con los gastos, podrían seguir en el mismo centro que hasta ahora y la casa (que ya no sería el ático) tendría que estar también cerca de la institución de enseñanza. Por lo tanto, si aún no se ha mudado del piso en Castellana, ha sido porque no sabe dónde tendrá que hacerlo, si en un barrio o en otro. Por lo que, antes de firmar ningún contrato de alquiler, prefería saber dónde podrán estudiar los menores.
Recordemos que el juez sí obliga a Pepe a hacerse cargo del alquiler de esta nueva casa, para la que tendrá que abonar un máximo de 1.400 euros mensuales.
A la salida de los juzgados, ambos han reusado dar declaraciones. Pepe, a pesar de salir serio, ha dicho que todo “había ido bien”, mientras que Lorena parecía más tranquila.