Un profesor le dijo que con su labio nadie querría besarla. Se equivocaba. Adriana, la protagonista del programa 300 de ‘Cámbiame’, deseaba transformarse para dejar a todos con la boca abierta, esos que tanto la criticaron por su físico y que ahora se muerden la lengua al contemplar su nueva versión.

Artículo recomendado

Las fotos más sexys de Cristina Rodríguez de 'Cámbiame' que quizás no has visto

Captura de pantalla 2016-08-30 a la(s) 11.00.20

Con solo 20 años ya sabe lo que es enfrentarse a duras operaciones. Desde que era niña le han realizado intervenciones para mejorar la apariencia de su labio leporino, siendo la más dolorosa a la que se sometió hace dos años cuando le rajaron el paladar. Adriana, a pesar de haber sufrido tanto, tiene sueños como cualquier otra chica de su edad: encontrar el amor, triunfar y convertirse en actriz. Por eso, una de las mujeres que más admira es Marta Torné, la presentadora del espacio, porque ha logrado convertirse en una estrella de la pequeña pantalla.

Sin lugar a dudas, su cambio ha sido uno de los más especiales del programa. Con Pelayo al frente, Andriana ha cambiado no solo por fuera, sino también por dentro. Gracias a él ha ganado confianza, y aquellas burlas de las que fue víctima ahora son parte del pasado. El estilista le ha enseñado que creer, precisamente lo que lleva tatuado en uno de sus brazos. Y es esto mismo lo que a él le ha hecho estar donde está. No rendirse jamás por sus sueños y luchar con ganas.

Precisamente Pelayo ha puesto una de las notas más emotivas en este programa. El asturiano ha recordado a la primera persona que creyó en él: David Delfín. El diseñador lo fichó nada más haber terminado la carrera, y a su lado, además de enamorarse, evolucionó como creador de moda. Díaz Zapico ha tenido unas sentidas palabras con las que se la ha quebrado la voz más de una vez: “Quiero agradecerte que creyeras que tenía muchas cosas que hacer en esta vida. Y todo lo que me dijiste se está cumpliendo. Así que gracias, David. Te quiero”. Esta dedicatoria seguro que tiene una importancia aún mayor para Pelayo, pues David se encuentra librando una batalla contra el cáncer. En abril le extirparon tres tumores cerebrales y desde entonces, coincidencias de la vida, ha hecho suyo, más que nunca, el lema de “always belive”, “siempre cree”. Y eso es lo que Adriana también tiene que hacer.