Paloma Bloyd acaba de aterrizar en ‘Cuéntame cómo pasó’ como la nueva novia de Toni Alcántara. Pero la primera vez que la rubia se asomó a la pequeña pantalla no lo hizo como actriz, sino como modelo, como ‘Supermodelo’ mejor dicho.

El de Bloyd fue uno de los rostros conocidos surgidos al amparo del reality de Cuatro que buscaba a la próxima sensación de las pasarelas, y de las pasarelas no sabemos, pero para la farándula dio unos cuantos. A saber: Noelia López, Malena Costa o Alba Carrillo. De entre todas ellas, y por otros motivos distintos, también destacó Paloma que pensó que quizás su futuro podría estar más ligado a los guiones y a las cámaras que a los desfiles. Se convirtió en una prometedora actriz y ahora la tendremos cada noche de los jueves interpretando a Deborah Stern, una joven judía.

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El vínculo, por llamarlo de alguna manera entre Paloma y Alba fue fuerte. Bueno, fuertes fueron los encontronazos. La madre de Lucas insistía, una y otra vez en que su compañera “olía fuerte”, algo que comentó hace unos meses una excompañera de edición. La de raíces americanas no sabía cómo protegerse de los ataques gratuitos e infundados que le lanzaba la por entonces estudiante de Publicidad y Relaciones Públicas.

La de 29 años ha triunfado tanto en la pequeña pantalla con series como ‘Águila Roja’, ‘Ángel o Demonio’ o ‘Borgia’, como en el cine. Ella fue la Niki en la adaptación española de ‘Perdona si te llamo amor’, de Federico Moccia. Este fue su verdadero salto a la fama, donde interpretaba a una adolescente de instituto que se enamora de un hombre mayor. El ‘lolitismo’ en estado puro, y no precisamente el de ‘Sarandonga’…

De su nuevo personaje en la ficción más longeva de la televisión dice que es una mujer feminista, inteligente, moderna y que su vida son las matemáticas. Está muy enamorada de Toni, y no piensa que el choque cultural entre su familia y los Alcántara pueda acabar con su bonita historia de amor. De nuevo, Mercedes y Antonio se enfrentan a una familia política con la que no tiene nada que ver… por si no habían tenido suficiente con la de Marta.