Las declaraciones de Maribel Sanz al programa de 8tv 'Trencadís' sobre el comportamiento como padre del que fuera su marido, el cantante Sergio Dalma, nos ha llevado a recordar que no es este el único caso en el que las relaciones paterno-filiales o no son buenas o, directamente, son inexistentes. Algunas de estas relaciones terminan en los juzgados, tristemente, otras, por suerte, terminan con un final feliz y padres e hijos -o hijas- terminan reconciliándose y recuperando una relación que hasta entonces parecía imposible.
Nadie dijo que ser padre -o madre- fuera fácil; pero tampoco lo es ser hijo, en especial cuando los progenitores se separan y no mantienen entre ellos una buena relación. Que los hijos sean utilizados en ocasiones como arma arrojadiza para dirimir los problemas de los padres tampoco es nada recomendable. A veces, las acusaciones son ciertas, otras no, o no tanto. Sea como sea, tanto padres como hijos sufren lo que no está en los escritos, cada uno desde su postura: el padre porque no disfruta de su paternidad y el hijo porque se queda sin uno de sus referentes.
¿Tendrán solución las diferencias que los separan? Ojalá.
