Cada nueva edición de 'MasterChef', sea el de anónimos, VIPs o junior, convierte su final en un auténtico acontecimiento televisivo y social. Debido a que el concurso culinario más famoso de la televisión se emite en diferido, a veces con muchos meses de diferencia con el período de grabaciones, sus responsables se encuentran con una auténtica bomba de relojería entre las manos para mantener el secreto a buen recaudo y que así la creciente emoción no quede afectada. Por ello, han tenido que crear un cláusula de silencio específica para los aspirantes a chef que pasan por el programa. Una forma de proceder, por otro lado, muy habitual en este tipo de formatos televisivos y situaciones.
Que quede al descubierto el mayor secreto de una competición puede frustrar los objetivos de audiencia de la productora y la cadena, por lo que las medidas y el celo son pocos en un programa de estas características.
En una reciente entrevista ofrecida por José Luis Pérez, director de Informativos de Cope y padre de Josetxo, ganador de 'MasterChef Junior 6', ha confesado a cuánto ascendería esa multa que le caería al concursante que revelara tan significativo dato. Y la cifra es estratosférica. Nada más y nada menos que 100.000 euros. ¡Vaya pastizal!
Los aspirantes a chef adultos tienen más clara su responsabilidad para con el concurso y las catastróficas consecuencias para su economía en caso de ser demasiado indiscretos. Sin embargo, los más pequeños no entienden de economía ni de sanciones a ese nivel, por lo que han tenido que idear una advertencia que fuera comprensible fuera cual fuera su edad y su condición.
El padre de Josetxo ha desvelado que los responsables del programa reunieron a los 'mini-chefs' y les transmitieron el siguiente aviso: "Si en el patio comentáis quién es el ganador o ganadora, vuestros padres pierden la casa". Claro y meridiano.