Así es el pueblo de Valencia donde vive Borja González, ganador de 'Supervivientes', junto a su familia: exquisita gastronomía y gran patrimonio cultural

Borja González se alzaba el pasado martes como ganador de 'Supervivientes 2025'. Una victoria que no ha convencido a muchos, pero que demuestra como la humildad y esfuerzo del joven han logrado conquistar a la audiencia. Después de tantas penurias y desafíos, el superviviente podrá descansar y recuperar el tiempo perdido con su familia en la que es su residencia desde hace varios años.

El campeón de la última edición de 'Supervivientes' vive en una pequeña, pero preciosa, localidad valenciana junto a su pareja, Ana López, y su hijo Luca. Un enclave tranquilo,  económico y encantador con una rica historia que combina tradición y contemporaneidad. Y es que, a pesar de su salto a la televisión, Borja González no ha olvidado sus raíces y ha querido instalarse en Massanassa.

Ubicada en la comarca de la Huerta Sur, muy cerca de la ciudad de Valencia, se trata de un enclave al que no le falta detalle alguno. Destaca por su exquisita gastronomía, muchos monumentos turísticos y un patrimonio cultural que nada tiene que envidiar a otras poblaciones. Cuenta con 10.300 habitantes y se caracteriza por ser una ciudad joven, ya que más del 50% de sus ciudadanos tienen menos de 40 años.

Borja González apuesta por la tranquilidad en una pequeña localidad de Valencia

Hay decenas de razones por las que este municipio es un lugar ideal para vivir. Su clima mediterráneo y su oferta culinaria son dos elementos reamente atractivos para cualquiera. Esconde varios rincones especiales en la naturaleza para disfrutar de una experiencia única. Los amantes del deporte como Borja no pueden renunciar a su paisaje donde el senderismo o el ciclismo triunfan como deportes estrella. A esto se suma otras actividades deportivas como karting o un parque de colchonetas elásticas.

Pero esto no es todo. Massanassa ofrece mucho más que una espectacular imagen panorámica de la naturaleza más allá de su zona urbana. Los alrededores de este lugar único son perfectos para una escapada rural en familia. Sus habitantes lo describen como "uno de los lugares con más encanto de los alrededores de Valencia". Quienes apuesten por este lugar disfrutarán de una fauna autóctona y flora realmente increíble. 

Un claro ejemplo de esta naturaleza viva es el recorrido entre el puerto de Catarroja y el Tancat de la Pipa. Se trata de un camino, a solo unos kilómetros del municipio, que lleva a los caminantes por los campos de arroz tan típicos de la Comunitat Valenciana. Además, durante el trayecto se puede observar fauna local en su hábitat natural o incluso navegar con barca.

El turismo es otro de sus enclaves con decenas de espacios la mar de acogedores. Dentro de su casco urbano se encuentra la Iglesia de San Pedro Apóstol, datada del siglo XVIII y que ha sido protagonista de algunos de los hechos históricos más relevantes del siglo XX. Por ejemplo, su torre cuadrada contaba con un cupulino barroco que fue derruido durante la Guerra Civil.

Otro monumento a visitar es la Casa de los Obreros, que nació como un sindicado de albañiles, pero que se ha ido transformando con el paso de los años. Fue sede de los jubilados, casa de la juventud y ahora acoge el Archivo Municipal de la ciudad. El ayuntamiento de la ciudad rehabilitó el edificio, como también hizo con l'Alqueria de Soria que ahora es la Escuela para Adultos.

Un emplazamiento muy destacado también es la Plaza País Valenciá de Alfafar, situada muy cerca de Massanassa donde se puede visitar la iglesia de Nuestra Señora del Don. Esta edificación se erigió en el siglo XVIII durante el auge del barroco valenciano. Sus pilares y bóvedas, así como sus colores llamativos, la hacen un lugar perfecto para descubrir parte de la cultura arquitectónica de la zona. Además, está rodeada de bares y restaurantes, ideales para tomarse un refrigerio fresquito mientras se observa la iglesia.

Más allá de su patrimonio, la joya de la corona se encuentra en la oferta gastronómica. El arroz en perol, sus tradicionales guisos o una auténtica paella valenciana o son solo algunas de las opciones más icónicas del municipio perfectas para cualquier paladar. Masanasa está llena de restaurantes de todo tipo.

La casa de Borja y Ana

Con todos estos elementos no es de extrañar que Borja y Ana hayan querido instalarse en un piso acogedor de dos habitaciones, un salón unido a la cocina, un lavabo, un salón exterior, un vestidor doble y una gran terraza que aporta mucha luz. Fueron ellos mismos los que en su canal en mtmad, ‘Anatomía de mi vida’, y mostraban su hogar en exclusiva.

No solo eso, sino que revelaban detalles de cuando se mudaron. Por ejemplo, Ana confesaba que había sido ella quién había decorado el piso en tonos blanco y beige para acentuar más la luz que entraba por sus grandes ventanales. El toque de color lo han aportado otros objetos como jarrones, plantas o cuadros. Un estilo minimalista y moderno que encaja perfectamente con la personalidad de la pareja.

El reencuentro de Borja y Ana

Borja González y Ana Solma fueron una de las pocas parejas de 'La isla de las tentaciones' de su edición que salieron juntos. Una prueba muy difícil que ambos superaron con creces y que les permitió consolidar su relación.  La sorpresa fue que, a los ocho meses de participar en el programa de Sandra Barneda, anunciaron que esperaban su primer hijo, Luca. 

Pero no ha sido fácil llegar hasta aquí. Ambos se sinceraban en 'Recién nacidos', un programa donde psicólogas especializadas ayudaban a parejas a solucionar sus problemas, sobre la grave crisis que estaban pasando. Una situación que ambos lograron superar. Es esta historia tan conmovedora la que hizo que su reencuentro en la final de 'Supervivientes 2025' fuera tan especial.

"Qué bien lo has hecho", susurraba Solma, abrazada con fuerza a su pareja. "Te quiero, te quiero", repetía Borja sin dejar de achuchar a Ana. La influencer también mostró su preocupación por el estado de su novio, ya que en 'La Batalla Final de Poseidón', el joven se había abrazado con fuerza intentando combatir el frio. "¿Estás bien? He visto que tenías frío", preguntaba. Un reencuentro cargado de emoción, besos y gesto de cariño.