El éxito del 'docu-reality' de 'Las Campos' continuó con su segunda, y por el momento última, entrega. De nuevo, madre e hija reunieron ante el televisor a casi 2,5 millones de espectadores, lo cual, para una noche de jueves de agosto, es un muy buen dato de audiencia. Ese éxito, además, ha tranquilizado a María Teresa Campos, que no las tenía todas consigo antes de entrenarse el programa. "Tuve miedo de que el 'docu-reality' pudiera manchar mi trayectoria profesional", confesó María Teresa a María Patiño en el 'Deluxe'. Superado ese miedo, María Teresa reconoció que "ojalá hagamos más programas".

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La presentadora de '¡Qué tiempo tan feliz!' respondió a todo lo que se le preguntó y eso que lleva dos semanas paseándose por todos los programas de Telecinco. "¿Que si he hecho 'Las Campos' por mi hija? ¡Lo que me faltaba por oír! Este programa lo pidió la casa y nosotras hemos aceptado porque se trata de un programa familiar", comentó María Teresa, a quien ya comienza a molestarle un poco que solo se le pregunte por Terelu. "Me siento muy orgullosa de mi hija, de su profesionalidad, y sé que hay mucha gente que la sigue y que la quiere. Pero llevo 25 años hablando del mismo tema y me gustaría que se aparcara ya. Que yo he venido a hablar de mí ¡y ya estoy celosa de mi hija!", dijo riendo.

También recordó que esa casa que tanto ha sorprendido a la gente es el esfuerzo a muchísimos años de trabajo. "Yo estaba en plantilla, tanto en Radio Nacional como en Televisión Española, y entonces no ganábamos mucho. Fue a partir de los cincuenta y tantos, cuando fiché por la privada, cuando yo empecé a ver dinero de verdad. Y mi casa ha sido mi inversión porque yo no he tenido negocios". Una casa, por cierto, que está en venta, porque ella y Bigote quieren "algo más pequeño, aunque nos hemos acostumbrado a vivir rodeado de verde".

María Teresa Campos con María Patiño