La entrevista COMPLETA a Chayo Mohedano

Chayo Mohedano
Gtres

Rosario Mohedano es la protagonista involuntaria de una fábula que se escribe muy a su pesar. Todas las polémicas sobre su familia acaban pasándole factura.

La tachan de aprovechada e insensible, aunque ella haya preferido permanecer en un discreto segundo plano. Las últimas desventuras de su madre, Rosa Benito, la han vuelto a colocar en el centro de la diana. También los escándalos de su padre, Amador Mohedano. Y ella, al tiempo, intenta mantener dibujada su amplia y contagiosa sonrisa. Acostumbrada a que los dardos apuntaran a su trayectoria profesional, ahora le resulta difícil serpentear tantas críticas. En privado, los ojos de Chayo se humedecen cuando se refiere a sus padres. No puede negar que sufre por tanto como se debate. Tampoco que está cansada de ser el punch de boxeo en el que descargan toda su ira.

Y mientras arrecia la tormenta, Chayo sigue con su cruzada en la música. Es para lo que ha nacido. No quiere ni puede rendirse. Es consciente de que tiene tres hijos a su cargo y un marido, Andrés Fernández, al que adora, pero cuyos negocios de construcción no atraviesan su mejor momento. Hay que trabajar.  Llega puntual a nuestra cita. La sala La Cerdanya en Barcelona está a rebosar. Cerca de ciento cincuenta personas acuden a un espectáculo único en el que cantará junto a Moncho. A las puertas, una decena de periodistas y reporteros gráficos le lanzan todo tipo de preguntas, pero ella sólo responde con silencio. Tiene ganas de explicarse, de descubrirse, de contar cómo se siente ante el azote mediático pero lo hace, en exclusiva, en esta entrevista en la que se muestra tranquila y dispuesta a dejar aclaradas todas las dudas que su vida suscita. A su lado, orgulloso, sonríe Andrés. Es la noche de San Valentín y el amor entre ellos es indiscutible. Se besan apasionadamente mientras él acaricia su mano derecha. Quienes digan que lo suyo no es real, no les han visto observarse desde la distancia, buscarse, enamorados, con los ojos. Esta es una noche especial, en la que música y confesión se escriben en la misma frase.

De nuevo sobre un escenario con una gran polémica en el exterior. ¿Es el bálsamo para los problemas?

En estos momentos cantar es una terapia, es una válvula de escape para todo lo que ocurre en la vida. Ponerme delante de un micrófono hace que me olvide de todo lo que está pasando, por eso sólo quiero cantar.

Sin embargo, resulta difícil tu objetivo cuando en televisión tu madre es comediante de un sinfín de polémicas…

He aprendido a que no puedo luchar contra eso. No puedo meterme en la cabeza de nadie. No debo decirle cómo tiene que actuar y, aunque no les guste a ciertas personas, tengo que luchar por mis sueños. Es verdad que tengo a un miembro de mi familia en boca de todos, pero ella tiene su vida, ella puede hablar, o no, de sus cosas pero que quede claro que somos independientes.

Pero, al final, es una piedra más en el camino…

Obviamente, por eso he tenido que tomar consciencia de cuáles son las limitaciones externas que tengo para, en base a ellas, seguir peleando por mi único sueño que es ser artista. Es frustrante, desde luego, pero no tengo otra opción.

No estás exenta de responsabilidad, pues tú también has participado de ciertas polémicas…

Desde luego, y me arrepiento de muchas cosas aunque en mis apariciones en televisión no he pretendido hacer daño a nadie. En muchas ocasiones se ha utilizado en mi contra todo cuanto he dicho, incluso cuando era una mandada y ejercía de “portavoz” de mi familia.  Ha habido momentos en televisión en los que lo he pasado muy mal, que no hubiera dicho nada, que ni siquiera me hubiera levantado de la cama para ir a trabajar. Pero colaboro en un programa en el que la actualidad manda y, en ocasiones, he tenido que hablar sin estar a gusto.

¿Has contabilizado, pues, muchas decepciones en televisión?

Por supuesto, pero también la vida real. La televisión pierde su encanto cuando la conoces de cerca, aunque también debo decir que tengo muy buenos amigos que nunca me han vendido y que intentan que mi trabajo tenga repercusión.

¿Es injusto que siempre seas noticia por tu vida personal?

Me duele que mi trabajo quede en un segundo lugar porque yo estoy aportando, invierto en arte. No entiendo, a veces, por qué otras artistas hablan de su vida y no pasa nada y a mí se me machaca tanto…

Sin embargo, eres consciente de que las críticas hacia tu trabajo son reiteradas…

Se me juzga pero nadie me conoce realmente. No pretendo gustarle a todo el mundo, pero es muy difícil vivir con esa presión, aunque por suerte mi profesión me respeta y me quiere. Cuando se organiza un concierto, la gente viene a verme y me muestra su cariño. Y eso me quita todo el dolor.

¿Tanto dolor te origina?

Yo no me meto en la vida de nadie por lo que no me gusta que se metan en mi vida. Puedo opinar de ciertos aspectos pero no juzgar en ningún momento. Y, desde luego, no voy a tirar la toalla. Cuanto más se meten conmigo, más ganas tengo de seguir cantando. Además, ahora en este nuevo año quiero hacer una separación entre mi vida personal y profesional, sin contestar a ciertas preguntas, aunque sé perfectamente que es muy difícil hacer una distinción entre ambas partes de la vida.

¿Por qué has tomado esa decisión?

Porque no sólo puedo hablar de mi vida personal. Además, cuando te pasa una desgracia ni a tu mejor amigo se lo cuentas tranquilo, no es agradable comunicar momentos difíciles de mi vida. Ha llegado un momento en los que tengo que protegerme. La presión no es buena para nadie. Tampoco para mí.  

¿Qué crees que pasaría si tu tía Rocío estuviera viva?

Desde luego si mi tía estuviera aquí, las cosas no serían del mismo modo… Hubiera dado más de un golpe en la mesa. Mi tía era la gallina que acogía a todos los polluelos…

Pasarán los años y seguirán diciendo que intentas copiarla…

Yo soy la primera que sabe perfectamente que no canto como ella. Era capaz de interpretar cualquier registro y yo no. ¿Qué hay ciertos rasgos en mi voz que se parecen a los suyos? Por supuesto, pero es que ¡la he escuchado siempre!

¿Crees que estaría orgullosa de ti?

Lo estaba en vida y me dio, siempre, el sitio que me pertenecía. Fue la primera persona que me presentó a su público y cada día, a las 11:11 de la mañana (nuestra hora de los ángeles) sé que me manda su fuerza para poder con todo.

Escuchándote parece que tu vida no es tan fácil como parece…

Mi vida es muy difícil, no se la deseo a nadie. No puedo quejarme ni rechazo ser hija y sobrina de quien soy, pero es muy complicado luchar contra las adversidades que te ponen otros. Y más cuando venden una imagen de mi familia que no es real.

¿A qué te refieres?

Soy consciente de que ni yo, ni ninguno de los míos, somos perfectos, pero quitando momentos que, incluso a mí me descolocan, no somos como se proyecta. No puedo hacer más que reír cuando viene alguien a decirme como somos… Nadie de mi familia ha dicho que fuéramos perfectos.

Si tuvieras una varita mágica, ¿qué cambiarías?

Intentaría evitar el sufrimiento público. Quisiera tener una unidad familiar, quizás cualquier tiempo pasado fue mejor. Pero, desde luego, creo que ahora con mi marido y mis hijos no puedo quejarme de nada.

¿Compensa tanta exposición?

Aunque no lo parezca intento decir que no a muchas cosas para no estar tan expuesta. He renunciado a programas de televisión, a concursos e incluso he dicho cinco veces que no a posar desnuda en una revista.

No se puede negar que ahora la actualidad tiene nombre de mujer: Belén Esteban. Después de todo, ¿la consideras amiga?

No tengo ningún tipo de relación con Belén. Es más, desde 2006 sólo he hablado con ella en una ocasión por teléfono. No tenemos las mismas amistades, tampoco vivimos en el mismo barrio y ella no se dedica al mundo de la música, así que no tenemos nada que nos una.

Me sorprende, pues pensé que la amistad de tu madre también se hacía extensiva a ti…

Mi madre sí puede considerarse amiga, pero yo no. Cuando he tenido un problema no se lo he contado a Belén, tampoco ha venido a ver a mis hijos ni al bautizo de ninguno de ellos, ni yo he ido a la comunión de su hija. Por lo tanto, está claro que no se puede decir que seamos amigas.

Pero se vuelve a hablar de tu enfrentamiento con ella por un dinero que se quedó en el aire…

Ese es un tema que está absolutamente aclarado.

Rosario para la entrevista. Es el momento de salir al escenario. Luce un precioso vestido rojo que remarca su estilizada figura. Sobre las tablas le espera Moncho, con quien empezó su carrera en 1999: “Fue la primera persona con la que canté y cuando me ofrecieron esta oportunidad fui feliz, pues me iba a reencontrar con alguien a quien quiero y admiro”. No sólo es especial el reencuentro con la voz de los boleros. Su marido está presente también esta noche. A él le dedica una canción que habla de amor verdadero. Andrés se emociona y le lanza un beso en la noche del amor por excelencia…

Cantar boleros en San Valentín. Y dedicarle un tema a Andrés significa que estás muy enamorada. ¿Es el hombre de tu vida?

Sin duda alguna. Llevamos cuatro años y medio y soy la mujer más feliz del mundo. Cuando le conocí y empezamos a salir le pregunté: “Oye y tú ¿dónde has estado escondido durante tanto tiempo? Para mí es absolutamente perfecto, para los demás no lo sé.

Por aquel entonces salías de una relación muy traumática, ¿no tenías miedo?

En absoluto, porque Andrés era diferente. Era muy atento conmigo y supe, desde el principio, que sería el gran amor de mi vida. Lo único a lo que tengo mucho miedo es a que le pase algo y Dios se lo lleve.

¿Os gustaría tener más hijos?

No, no queremos ampliar la familia. A nosotros nos gustan mucho los niños, de hecho tenemos tres porque nos llenan la vida, aunque el cupo está completo. Las últimas Navidades fueron preciosas porque estaban mis hijos, si no hubiera sido por ellos hubieran sido tristísimas.  

También ha sido una relación muy cuestionada…

Hasta que él no me demuestre lo contrario, voy a muerte con él. Es tan difícil encontrar a alguien similar a ti que hay que pelear por esa persona hasta el final. Y yo lo hago.

¿Te ha secado muchas lágrimas?

Sí, porque es mi apoyo incondicional, el refugio en el que me escondo cuando la vida me enseña su cara más amarga.

Y a ese refugio del que habla, Chayo recurre tras nuestra entrevista. Ha sido una noche brillante que acaba con la artista cantando con todo su equipo en la sala en la que, a las casi dos de la madrugada, cena para reponer fuerzas. Su voz, desde el exterior, sigue escuchándose.

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