"Nunca hay que rendirse, nunca”, ha dicho siempre. Y lo ha cumplido. Kirk Douglas va a celebrar su 97 cumpleaños convertido en una de las pocas leyendas vivas del cine clásico estadounidense.

Desde niño destacó en todo tipo de deportes, en especial en la lucha libre, lo que le dio un físico del que el actor, que llegó a Broadway de la mano de Lauren Bacall, presumió en una de las películas que más fama le dio, ‘Espartaco’. Llegó después ‘El loco del pelo rojo’, donde dio vida a Vincent Van Gogh y otros muchos éxitos que, por sus ideas de izquierdas y su temperamental carácter, jamás le hicieron ‘merecedor’ de un Oscar. Una estatuilla que sí le llegó a los 80 años, como reconocimiento a su trayectoria. Lejos de las cámaras, Kirk se casó en 1944 con Diana, con quien tuvo a Michael –el único de sus hijos que siguió sus pasos en el cine– y a Joel. Las constantes infidelidades de Kirk acabaron con su matrimonio y el actor volvió a casarse en 1954 con Anne, con quien tuvo a Eric y a Peter.