Itziar Castro: "Que me llamen gorda no es un insulto, es una realidad"

De ser una de las actrices más demandadas a dar el salto como profesora de ‘OT’, Itziar Castro hablaba para ‘Lecturas’ antes de unirse al plantel de la Academia…

20 de septiembre de 2018, 17:43

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Itziar Castro es la mujer del momento. Tras haberse convertido en una de las actrices revelación -y también de las más queridas-, ha dado el gran salto incorporándose como profesora de interpretación de OT. Cubrir el enorme vacío que han dejado los Javis no va a ser fácil pero Itziar es una mujer de armas tomar. Con el estreno de la nueva temporada del talent más seguido, rescatamos la estupenda entrevista que concedió a Lecturas...

Aún resuena tu agradecimiento al director Guillermo del Toro, Oscar por ‘La forma del agua’, en el festival de Málaga.
Ha hecho que los ‘monstruos’ seamos bellos y lo debía decir: “Gracias por dar la oportunidad a los diferentes”.

Al decir ‘monstruos’ y personalizarlo no dijiste mujer grande, con sobrepeso...
No, no. Yo soy gorda.

Sin complejos.
Hay que dar la vuelta a los insultos. Que me llamen gorda no es un insulto, es una realidad. Por lo tanto, nunca me va a sentar mal. Hay que quitar ese valor negativo. Soy gorda y lo digo la primera. Es una característica física. Punto.

¿Es difícil lograr trabajo en tu profesión con tu físico?
Es un arma de doble filo. Si en el guion no ponen explícitamente ‘gorda’ no me suelen llamar. Es así. Pero lo mismo sucede con otras actrices que son de una etnia diferente. Si especifican ‘gorda’, tengo más facilidades porque hay menos actrices de mi talla. Gracias a mi peso he podido hacer de todo. Gracias a mi físico y a tener una mochila cargadita de esfuerzo y preparación.

¿Y qué te gustaría hacer?
Nunca me han ofrecido ser protagonista de una comedia romántica. Yo siempre sería la amiga gorda de la protagonista guapa. Ahora, el día que pase me sentiré muy orgullosa, porque habrán cambiado mucho las cosas.

¿Los cambios cuestan?
Poco a poco se logran. Con la sexualidad también pasa. Que en ‘Vis a vis’ se vea que hay lesbianas me parece maravilloso. Me enorgullece hacer productos culturales que ayudan a cambiar la sociedad.

En realidad, lo normal es lo diferente.
Todos somos diferentes y todos tenemos nuestro lugar en el mundo. El cine, la tele y el teatro tienen la obligación de mostrar la realidad. Las artes siempre lo han hecho.

La belleza depende de la época y la cultura.
Sí. Yo soy una diosa del sexo para algunas culturas [risas]. ¡Cómo que me han querido comprar en varios países y casarse conmigo! [risas]. Si te fijas, las diosas de la fertilidad son como yo. De mucha teta y mucho culo. Es la imagen de la feminidad.

¿Te sientes sexy?
No he tenido nunca ningún complejo ni sexual ni amoroso. Siempre he ligado mucho, tanto con hombres como con mujeres. Siempre me he sentido muy querida
y también muy deseada. He hecho cabaret con poca ropa y me han dicho piropos maravillosos.

Ser sexy no es solo tener un físico, sino lo que transmite.
Exacto. Lo sexy va más allá. Lo más importante es quererse a uno mismo. Si no te quieres o no te gustas, intenta cambiar. Si no puedes, acéptalo. Si te quieres, nadie te podrá perturbar. Tengo mis complejillos e inseguridades, porque soy autoexigente y perfeccionista, pero me quiero.

¿Has trabajado para llegar a este punto de madurez?
Supongo que sí, pero no lo he vivido así. Lo que he hecho es sentirme realizada con lo que hago. Si alcanzas tus metas, es difícil que dañen tu autoestima.

Pero ser diferente no es fácil.
No. Queremos ser parte de la manada. Incluso, cuando eres diferente y encuentras a alguien más diferente que tú, en vez de sentir empatía lo rechazas. Así que ser el atacado y no atacar es ser muy valiente. Y no es fácil.

¿Cómo se consigue?
Tienes que encontrar lo que te dé energía. En mi caso han sido mi profesión y relaciones fantásticas que me han hecho sentir sexy.

¿Te han tratado mal?
En Berlín, al presentar ‘Pieles’ en el festival, un taxista me insultó: quería cobrarnos de más y cuando me negué dijo: “Gorda, vete a comer”. Le dije: “Vale, pero no te pago”.

Para ser diferente hay que ser fuerte.
Sí. Sobre todo en el instituto. Debes tener metas para no hundirte. ¿Sabes qué significa vestirme elegante para un estreno y estar entre las que van mejor vestidas? Me da subidón.

Es un chute de autoestima.
Y eso que el traje que llevé a Berlín me lo hizo una amiga porque nadie me quería vestir. Ahora que hago estos reportajes y voy a las alfombras rojas y salgo en Lecturas entre Paz Vega y Aura Garrido me parece maravilloso.

¿Nunca has pensado en adelgazar?
Yo he hecho muchas dietas, sobre todo cuando era más jo- vencita y tenía colesterol. Pero siempre he sido muy deportista también. Mi problema es que siempre he comido de una manera muy desestructurada, a horarios intempestivos, lo primero que pillo. Y mi cuerpo se vuelve loco.

¿Y cómo te sentías?
Cuando tenía 18 años y hacía un musical tenía una talla 40 y me sentía gorda, porque mis compañeras eran hiperdelgadas. Ahora, muchísimo más gorda, no me siento gorda.

Pero si hay problemas de salud...
Sí, es momento de ajustar mi peso por salud. Aunque no tengo nada y sigo siendo ágil, soy una mujer de 40 años y mi cuerpo se cansa más. Tengo que poner remedio. Pero cuando empezaba, adelgazaba por estética y no me sentía tan a gusto como ahora

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