Íñigo Onieva (33 años) y Tamara Falcó (41 años) están inmersos en los preparativos de su boda y ya han surgido los primeros roces entre la pareja por el empeño del novio en ser quien tome todas las decisiones, algo que la propia Tamara ha confesado que le "fastidia". Lo cierto es que, quizás por los nervios ante el enlace o por esa confesión pública de la novia, Onieva se ha mostrado más alterado de lo normal ante las preguntas de la prensa en la calle y ha increpado a los periodistas con una actitud poco propia en él.
El prometido de la marquesa de Griñón era abordado por dos reporteras al salir a pasear a su perro en plena noche, algo que en vista de su reacción no le hizo ninguna gracia. "Apaga esa luz, por favor, que es un incordio. Está todo el mundo por aquí. Por favor, apagar eso que es un coñazo", espetaba el empresario.
![Íñigo Onieva](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 675"%3E%3C/svg%3E)
Íñigo Onieva se mostró visiblemente enfadado ante la prensa en la calle
"Por favor, son las doce de la noche. ¿Podéis dejar de molestar?", proseguía el joven. Las periodistas le indicaban amablemente que sólo iban a hacerle un par de preguntas antes de marcharse, pero Íñigo persistía en su enfado: "¡Que no son horas! Iros ya a casa. No son horas para preguntar nada".
Lejos de mostrarse ilusionado por su inminente matrimonio con Tamara Falcó, Onieva parece más alterado de lo normal. "Estáis con flashes en mitad de la noche, iros ya a casa. Sabéis que no respondo nunca a nada, es que no entiendo qué hacéis", decía antes de marcharse con su mascota, dejando atrás a las reporteras.
![Tamara Falcó](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1080 720"%3E%3C/svg%3E)
Tamara Falcó ha confesado que le "fastidia" que Íñigo quiera decidir todo sobre la boda
Tamara Falcó confiesa que le "fastidia" la actitud de Íñigo Onieva
El enfado de Íñigo Onieva con la prensa se producía horas después de que Tamara Falcó confesara en 'El Hormiguero' que su prometido está intentando acaparar todos los preparativos. "En nervios voy ganando yo porque a Íñigo le encanta organizar y lo decide todo, está súper controlador. Coincidimos bastantes en lo que decide, pero me fastidia", contaba a sus compañeros en el programa de Antena 3.
La marquesa de Griñón desvelaba que su novio "decide todo" y está pendiente de cualquier detalle, incluso da indicaciones precisas a las empresas que contrata para que cumplan exactamente con su deseo. "Si vamos a montar una página web, él la monta paralela y se lo da a quienes contratamos para que lo vean. Con la invitación igual", expresaba Tamara en directo.
Quizá estas declaraciones de la socialité no hayan sentado bien a su pareja, o tal vez su irascible actitud se deba a la tensión de preparar in extremis una boda que tendrá lugar el próximo 8 de julio en el palacio de El Rincón, un enlace con el que Tamara e Íñigo sellarán su amor tras una complicada etapa con ruptura y reconciliación incluidas.