¡El día ha llegado! Susana Molina y Guillermo del Valle se dan el 'sí, quiero' este viernes, 13 de junio, en Madrid. Una celebración que pone el broche de oro a una bonita historia de amor que comenzó sin esperarlo hace cinco años. La fecha de la boda no es anecdótica, la pareja la eligió porque se corresponde con el día en el que se conocieron.
"Yo me enamoré a primera vista. Lo vi y lo primero que le dije fue, '¿a qué te dedicas?' y cuando me dijo que era veterinario y que no tenía nada que ver con mi mundo me dije 'este es para mí'", reconocía recientemente en una entrevista para 'Semana'. En estos años las cosas han cambiado, Guille dejó su trabajo fijo para lanzarse en un proyecto conjunto ligado al mundo de las redes sociales.
De 'Gran Hermano' a 'La isla de las tentaciones': La vida televisiva de Susana Molina
Susana Molina inició su carrera televisiva en 2013 cuando se alzó con la victoria de 'Gran Hermano 14'. Su paso por Guadalix por la Sierra le cambió la vida en todos los aspectos y es que sin buscarlo encontró el amor en Gonzalo Montoya.
A solo unas horas de su boda, en Lecturas analizamos la evolución de su imagen con Pau Sabaté, experto en imagen y marca personal. En ese momento era una joven, sin experiencia pública, que logró destacar por encima del resto por algo tan simple como la naturalidad. "Ganó sin gritar, sin enfrentarse a nadie, y sin necesidad de exagerar su carácter. Muchos pensaron que sería una fama pasajera y sin embargo no lo fue", recuerda el experto.
Durante años se mantuvo en segundo plano, pero su nombre volvió a sonar con fuerza en 2019 con su participación en 'La Isla de las Tentaciones'. No fue su paso por el programa lo que marcó un antes y un después, sino su salida. Es imposible olvidar ese cara a cara con el que fuera su novio en la hoguera final cuando dijo, entre lágrimas, "no sé si estoy enamorada". Una escena que ya es historia de la televisión y que supuso la ruptura de la pareja después de siete años juntos. "La ruptura fue pública, pero lo verdaderamente relevante fue la forma, sin victimismo, y con una firmeza y madurez que sorprendió a muchos", afirma Sabaté.
La nueva vida de Susana Molina
Hace solo unos días, la influencer confesaba en su podcast que su paso por República Dominicana fue un chute total en su carrera profesional. Tras la emisión del programa en 2020, Susana cambió el rumbo. "No regresó a los platós ni intentó estirar su fama con más realities. En lugar de eso, se centró en las redes sociales y, poco a poco, empezó a construir una imagen distinta, más madura, más estable y más profesional", destaca el experto en imagen.
@susana_bicho
"En Instagram ha crecido de forma constante, acumulando más de un millón de seguidores, pero sin saturar ni sobreexponer su vida. Muestra, pero no todo y comparte, pero con medida. Ese equilibrio entre lo público y lo privado ha sido clave en cómo el público la percibe, como alguien cercana, pero no invasiva y sobre todo conocida, pero no omnipresente", es el análisis que Sabaté hace de la imagen pública de la murciana.
Guille del Valle, mucho más que su prometido
Junto a Guille del Valle ha conseguido ese amor puro y en calma con el que soñaba. Una conexión que ha ido más allá de lo emocional. Juntos fundaron una agencia de comunicación, y una plataforma pensada para conectar marcas con creadores. En paralelo, ha desarrollado un espacio donde se permite hablar sin filtros, como su podcast, 'La Sobremesa'. "Lo interesante es que, a diferencia de otros productos parecidos, no hay un personaje que interpretar, no hay estrategias. La Susana del podcast es la misma de Instagram, y también la misma que se ha mostrado en televisión y esa coherencia es precisamente lo que le ha dado credibilidad", asegura Pau Sabaté. Una credibilidad que le ha permitido contar con una comunidad muy fiel.
Susana Molina: una marca personal consolidada
Como complemento a su imagen personal se encuentra su amistad con Anabel Pantoja. Se conocieron cuando Susana se mudó a Sevilla y la sobrina de Isabel Pantoja la acogió con los brazos abiertos, una amistad verdadera que mantienen a pesar de la distancia que las separa. "A veces, los detalles que más dicen no están en lo que se publica, sino en lo que no. Su amistad con Anabel Pantoja es un buen ejemplo, montaron un negocio juntas que no funcionó, pero la relación personal sobrevivió al fracaso", manifiesta el experto.
Cuando Anabel pasó por momentos difíciles con la salud de su hija, Susana no dudó en viajar hasta Canarias para apoyarla, sin cámaras ni titulares. "Lo que diferencia a Susana es algo bastante difícil de conseguir: tiempo, constancia y decisiones tomadas con cabeza. No ha sido la más mediática, ni la más polémica, pero tampoco lo ha necesitado, ha crecido en silencio. Hoy no es solo una influencer, ni una exconcursante, es una mujer que ha sabido convertir lo vivido en una presencia pública sólida, sin ruido y sin contradicciones. Y sentencia: "Su imagen funciona porque no pretende ser perfecta, funciona porque es coherente".