Amuchos no les sonará el nombre de Blanca Martínez (28 años), pero su carrera como actriz va viendo en popa a toda vela. Protagonista de 'Mariliendre' en Atresplayer Premium y a punto de estrenar la segunda temporada de 'Respira' en Netflix, la aragonesa ha enamorado a todos con sus actuaciones, pero si el público pudiera conocerla como persona todavía la querría mucho más.
Hace años, cuando llegó a Madrid luchando por ser actriz, coincidimos en un mítico bar del centro (se llama 'Quién la invitó?') en el que este redactor (o sea yo) trabajaba como camarero. Celebró su cumpleaños en el local y se dejó los regalos, conversamos para que los pudiera recoger y hablamos unos minutos sobre nuestros sueños de ser actores. No nos volvimos a ver hasta hace unos días en Tarragona. Desalia, la fiesta que organiza ron Barceló cada año, nos reunió después de años. Desde entonces las cosas han cambiado para ambos. Ella puede vivir de la profesión (a mí me está costando) y a mí ahora me toca entrevistarla.
Hace ilusión cuando alguien a quien conoces y con quien compartes un sueño lo cumple. Y mucho más cuando ves su trabajo y te emocionas. Si bien es cierto que en su papel de enfermera en Netflix es algo más coral, su personaje en 'Mariliendre' es totalmente increíble. Blanca tiene magia y su trabajo es brutal. Ha tenido que hacer el playback de todos los números musicales y aunque no sea su voz si no te lo cuentan no te darías cuenta. Te quedas sin palabras y se te escapa la lágrima.
Cercana, divertida y con un ego muy diferente al de otros actores (porque ella sigue siendo esa chica de Jaca a la que le gusta volver a casa y estar con sus amigos de siempre), Blanca ha charlado con la revista Lecturas sobre su camino como actriz, las dificultades de la industria o su trabajo con Chenoa o Pablo Alborán.
Una canción
Me vuelve loca 'KITT y los coches del pasado' de Ladilla Rusa. Me la sé entera.
Un libro
'Harry Potter y la piedra filosofal' me hizo lectora. Pero vamos, ahora J,K. Rowling está regulera.
Una película
'Captain Fantastic', de Matt Ross.
Lo que más odias
Las arañas y la gente maleducada.
No puedo vivir sin...
Sin ir a Jaca.
Qué llevas de fondo del móvil
Un collage para atraer las cosas buenos. Los deseos para este año
En tu lupa de Instagram sale...
Hay cosas de 'Mariliendre'.
¿Cómo se define blanca Martínez?
Mi bio de Instagram es muy acertada. Redonda y de pueblo como un pan. Soy muy de Jaca, de mi gente. Me gusta estar rodeada de mi familia y mis amigos de toda la vida. Soy sencilla y divertida.
Acabas de estrenar 'Mariliendre', ¿qué ha sido lo más complicado de este personaje?
Todo el tema del playback. Ha sido un reto. Era lo más nuevo a lo que me he enfrentado y conseguir que quedara perfecto fueron muchas horas de trabajo. Fueron muchas horas con María Arévalo, la coach vocal, y fijarme en las cosas que hace el cuerpo al cantar. No sabía. Cantaba mientras grababa, aunque no sea mi voz, para que quede más real. Tuve que ver cómo respiraba Bea, cómo hacia las s, las vocales... No hemos podido coincidir trabajando pero sí tuvimos una charla antes. No ha habido tiempo real. Ojalá si hubiera una segunda volver a hacer ese proceso juntas.
¿Qué tal has visto en el debut como actor de Martin?
Está maravilloso. Pienso en mí con su edad y hacer lo que está haciendo él recién salido de 'OT', con la gira, los números musicales... Es algo imposible lo que ha hecho. Y luego es que tiene una cosa en la mirada. Se come la cámara.
¿Cómo ha sido trabajar con Chenoa?
Fue un sueño. Pero esa escena estaba con 40 de fiebre, tiritando, medio muerta. No pude terminar de ver el número entero porque me llevaron a urgencias. Ella fue monísma, me estuvo animando mucho porque sabía que estaba mala. Me hubiera encantado estar a tope. Con Soraya me pasó lo mismo. Fue una semana de mierda.
¿Qué tal es trabajar con Los Javis?
Se han venido al set y han bailado los números. Nos daban feedback porque veían lo que habíamos grabado. Son una maravilla. Son muy creativos y tienen una cosa que yo ni entiendo todavía. Estaban muy encima de ver si yo necesitaba algo y eso se agradece. No solo conmigo, lo estaban con todos.
También has grabado la nueva temporada de Respira, ¿qué tal trabajar con Pablo Alborán?
Otra lástima porque tengo muy pocas escenas con él y me hubiera encantado. Pero es la alegría de la huerta porque cuando llegas a Tres Cantos él ya estaba cantando en maquillaje. Se lo ha currado un montón.
¿Qué es lo más complicado de ser actriz?
La inestabilidad y la incertidumbre. Hay que tener la cabeza bien amueblada para manejarlo. Yo ahora mismo cuando termine 'Respira' no sé qué voy a hacer. Y tampoco hago muchos castings. No sé cuándo va a venir algo.
¿Cómo llevas el reconocimiento por la calle?
Bien porque la gente es muy amable. Me dicen cosas bonitas. Hay chicas que se acercan para darme las gracias por alguien con un cuerpo no normativo. También una madre que me escribió porque su hija se ha podido poner una minifalda. Estoy feliz y agradecida.
¿Cuál es tu proyecto soñado?
Trabajar con Almodóvar. Yo me veo. Me gusta mucho el cine español y aquí tenemos muchos directoras y directoras buenísimos. Tengo el inglés muy oxidado y soñar está genial, pero de verdad me encanta lo que se hace aquí.
¿Cómo te va en el amor?
No he sido yo de las más afortunadas, pero ahora estoy queriéndome quitar corazas que me he puesto. Pero vamos estoy abierta al amor.
¿Cómo cuidas tu salud mental?
Soy muy pesada con esto, pero ir a Jaca me lo cura todo. Me ata a tierra y me baja las revoluciones. Cuando vuelvo me da paz mental.
