Emma García ha vuelto a Mediaset con una gran celebración. La presentadora se ha puesto al frente de 'Fiesta' dos meses después de la cancelación de 'Viva la vida'. Haciendo gala de su naturalidad, antes de comenzar con la escaleta del programa tomaba la palabra para dar la bienvenida a sus nuevos compañeros, enviar un beso a su madre y aprovechar la oportunidad para hablar del escándalo de la semana: la traición de Íñigo Onieva a Tamara Falcó.

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Emma García en 'Fiesta'

Al margen de los protagonistas, Emma García ha querido enviar un cariñoso mensaje a Carolina Molas, madre de Íñigo Onieva: "Le quiero mandar un beso muy fuerte. He empatizado absolutamente con ella, la situación por este huracán que les ha llegado y supongo que no saben cómo gestionar. Más allá de quién tiene la culpa, esas imágenes de esa madre y esa hermana desbordada...", manifestaba con cierto pesar.

Emma García

Emma García en el estreno de 'Fiesta'

Mediaset

Emma García ha hecho referencia a las imágenes en las que Carolina se enfrenta con la prensa a las puertas de su casa, totalmente sobrepasada por la presión mediática. Aunque nada más estallar por los aires el compromiso la empresaria respondía con amabilidad a las preguntas de los periodistas, el silencio de su hijo ha colocado el foco en su madre y sus hermanos quienes a juzgar por sus últimas reacciones tampoco lo estarían pasando nada bien con la situación.

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"Ha sido infiel pero matar, no ha matado a nadie. Sin conocerlo dirá 'a mí echarme todo encima pero a mi madre y mi hermana dejarlas en paz'", reflexionaba Emma llevándose el aplauso del público.

Carolina Molas, madre de Íñigo Onieva

Carolina Molas, madre de Íñigo Onieva.

Gtres

Íñigo Onieva en paradero desconocido

Las últimas imágenes de Íñigo Onieva están fechadas la noche del pasado jueves, solo unas horas después del anuncio de su compromiso con Tamara Falcó. Desde ese momento, parece como si se le hubiera tragado la tierra. Mientras que unas informaciones le ubican en la casa familiar junto a su madre y sus hermanos, otras pistas asegurarían que el joven se habría refugiado en casa de un amigo. Sea como fuere, lo que es una realidad es que Íñigo lo estaría pasando realmente mal, no solo por lo que supone su ruptura sentimental con la marquesa de Griñón sino por cómo ha afectado todo a su imagen pública.