David Valldeperas, uno de los "ángeles" de Rocío Carrasco: "La he visto sufrir mucho y era difícil venir a trabajar"

Una de las personas que más se alegran del paso adelante que ha dado Rocío Carrasco, es su amigo David Valledeperas. Hoy, hemos sabido también que el directo de 'Sálvame' ha sido también uno de sus apoyos más importantes, uno de sus "ángeles de la guarda".

En anteriores ocasiones, David Valldeperas ha deslizado lo descorazonador que ha sido a veces ver las etapas de sufrimiento por las que ha pasado Rocío Carrasco a consecuencia de que durante tantos años Antonio David Flores haya controlado el relato, arrastrando, sobre todo, a su hija Rocío Flores. Sin embargo, ahora reconoce que le "produce felicidad" el cambio de actitud que observa en su amiga, en su lenguaje más empoderado, uno de los primeros signos desde el que se ve que contar su historia ha sido liberador.

"He compartido algún tiempo con ella, y he trabajado también con ella, la he visto sufrir mucho y después de que ha conseguido contar su historia la veo más liberada y contenta, y eso me produce felicidad", confesaba a Carlota Corredera. David Valldeperas es de las personas que mejor conocen a Rocío Carrasco. En televisión se generan unas dinámicas que favorecen la amistad. Largas jornadas de grabaciones, confesiones personales en mitad del estrés. Se convirtieron en confidentes y en un apoyo fundamental en los momentos más complicados, y así lo ha recordado Valldeperas: "Hemos compartido mucho tiempo juntos dentro y fuera de la tele y también la he visto en momentos muy bajos".

La amargura teñía de repente su voz con momentos desagradables pasados que volvían a su memoria: "Verla ahora serena y tranquila... ¿Sabes? Es que ha sido complicado venir a veces a trabajar... No te estoy hablando de ahora, te estoy hablando de 'Supervivientes' y 'Gran Hermano VIP'". David daba más detalles, "fue una época muy compleja, porque cuando juegas con los sentimientos es difícil encontrar una explicación que calme a esa personas. Fue difícil...".

Viendo que la melancolía amenazaba por golpear su ánimo, decidía concentrarse en el futuro, una de las grandes lecciones que ha dejado el relato de Rocío Carrasco, y ha dado su opinión sobre la segunda parte de la docuserie: "A mí, esta segunda parte me apetece mucho escucharla, porque volvemos al sales. Tiene tintes de serie yanqui de los 90".