El rey Juan Carlos inicia su ofensiva hacia la princesa Leonor: nuevo objetivo en su estrategia

No son pocas las voces que señalan que el rey Juan Carlos podría querer acercarse a la heredera al trono en su nueva estrategia vital

José Confuso

Director digital de Lecturas

Actualizado a 24 de abril de 2024, 10:55

Gtres
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Una imagen se resiste. Por mucho que pase el tiempo, por mucho que cambien las cosas, hay un punto el que todo se rompe. Esto es lo que debe estar pensando el rey Juan Carlos en sus largos días en Abu Dabi. El monarca, encerrado en su jaula de cristal, medita sobre lo que fue y no pudo ser. Poco a poco, su plan para acercarse a Zarzuela se va materializando. El rey pisa España ya sin casi expectación. Ha vuelto en tantas ocasiones que se está ya normalizando todo. Incluso se reúne con su familia al completo y nadie se lleva las manos a la cabeza. Eso sí, el que fue su palacio sigue estando vetado. Juan Carlos no pernocta, solo visita.

El rey emérito sabe que hay un terreno que se le tiene vetado. No solo es la que fue su casa, sino algo más. Juan Carlos comparte mesa y mantel con sus hijos, con su nuera y hasta con la reina Sofía -no son pocos los que aseguran que mantienen una relación más estrecha de lo que se percibe-. El monarca se saluda con los hijos de la infanta Elena de forma habitual y comparte techo con algunos de los descendientes de la infanta Cristina. Ni rastro de Sofía y Leonor. Las hijas de los reyes Felipe y Letizia permanecen completamente ajenas a los movimientos y decisiones de su abuelo. Al menos, hasta ahora.

De las pocas veces en las que el antiguo rey y la futura reina se han visto las caras en los últimos años, destaca el cumpleaños de Leonor. La princesa de Asturias llegaba a la mayoría de edad y se encontraba con su abuelo en una comida en familia en Zarzuela. Cuenta el entorno que Leonor se cuadró de forma militar cuando se vio con su abuelo. La heredera está inmersa en su formación, además. Una pequeña anécdota que busca encontrar cierta complicidad entre ellos aunque nunca lo podamos ver.

El último movimiento del rey Juan Carlos

Contaba varios medios esta semana que el rey emérito planeaba visitar Zaragoza para encontrarse con su nieta Leonor. La princesa continúa recibiendo su formación militar en la academia situada en Aragón. Allí hemos podido ver al rey Felipe en varias ocasiones, compartiendo mesa con su hija y sus compañeros de promoción y recordando cuando era él el joven cadete que se formaba para el futuro. El monarca no puede ocultar la admiración y el orgullo que siente por su hija en estas circunstancias.

Como Felipe, también Juan Carlos pasó por su formación militar. Podría entrar dentro de la lógica que quiera ver a su nieta en la Academia de Zaragoza. Algo que, claro, a ojos de Zarzuela no puede estar pasando. No se ha confirmado nada desde la Casa Real, como no se confirma prácticamente nada de lo que atañe al rey emérito. Si esta visita ocurre, posiblemente se mantenga en la más estricta intimidad. Desde que estalló el escándalo que precipitó la marcha del rey emérito, las imágenes con la heredera al trono han sido contadas.

Los reyes Felipe y, sobre todo, Letizia, ponían un cerco alrededor de sus hijas. Ni la infanta Sofía ni, desde luego, la princesa Leonor podían terminar vinculadas a la imagen del rey Juan Carlos. La supervivencia de la Corona pasa por eso y es algo de lo que casi todos son conscientes. Todos menos, probablemente, el propio rey Juan Carlos. Sus amargos lamentos sobre no poder vivir en Zarzuela siguen siendo constantes. También el haber tenido que alejarse de su familia.

Los cruces entre la reina Letizia y el rey Juan Carlos

Hace pocos días, en el funeral de Fernando Gómez Acebo, se producía el cara a cara entre la reina Letizia y el rey Juan Carlos. Durante unos pocos minutos, compartían confidencias y saludos pero poco más. El protocolo hace que los reyes lleguen después del resto de invitados y se marchan antes, así se evita cualquier intercambio de tensión. El monarca, ya muy dificultado de movimientos, debe ser ayudado y asistido en todo momento. La reina se mostraba comprensiva en las pocas imágenes que trascendieron del acto.

Pese a tratarse de un funeral familiar, ni rastro de la princesa Leonor. Su hermana Sofía se encuentra en Gales, pero la heredera al trono sigue a pocos minutos de tren o coche de la capital. Podría haberse trasladado sin demasiado problema hasta Madrid para asistir a la despedida del primo de su padre. Ni estaba ni se la esperaba. La princesa ha permanecido ajena a los actos públicos de la familia Borbón. Sí trascendió que estuvo pendiente de la salud de su abuela Sofía durante su ingreso hospitalario.

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