Hasta ahora no le hemos conocido pareja alguna, pero Pablo Urdangarin (22 años) ya está en edad de merecer, que dirían nuestras abuelas. Claro que un chico tan guapo, sano y disciplinado como Pablo Urdangarin, sin embargo, podría estar enamorado por primera vez. Según informaron en 'Socialité', Pablo fue sorprendido besándose con una chica en plena calle y las fotos que lo atestiguarían podrían ver la luz en cuestión de días, ya sea en una revista o en algún programa de televisión.
Según la información que maneja 'Socialité', Pablo y la joven se mostraban, no solo muy cariñosos, sino también muy relajados, quizá porque no sentían ninguna preocupación de que alguien los pudiera reconocer.
Muy unido a su familia
Pablo Urdangarin vive en Barcelona, donde milita en las filas del F.C. Barcelona de balonmano, siguiendo los pasos de su padre, Iñaki Urdangarin (55 años). Hasta ahora, lo hemos visto totalmente volcado en el deporte y en sus amigos, algunos de los cuales comparten piso con él en la capital catalana. Al margen del deporte, Pablo sigue muy unido a su familia, pese a que todos viven muy lejos. Su madre, la infanta Cristina (57 años), vive en Ginebra con Irene, (17 años) la menor de los Urdangarin. Su padre vive en Vitoria, tras salir de prisión, y allí vive con su nuevo amor, la abogada Ainhoa Armentia, que ya ha obtenido el divorcio de su anterior matrimonio. En cuanto a sus hermanos, el mayor, Juan Urdangarin (23 años) vive en Madrid, y su otro hermano, Miguel (20 años) vive en Londres, donde estudia Ciencias del Mar.
Pablo, su madre y sus hermanos se reunieron por última vez con motivo del funeral de su tío abuelo Constantino de Grecia, el pasado mes de enero. Y con su padre también mantiene muy buena relación, dado que les une su pasión por el balonmano. Son muchas las ocasiones en las que Iñaki se ha desplazado para ver jugar a su hijo.
Una mala noticia (o no) para sus fans
Si finalmente resulta que Pablo tiene novia, muchas de sus fans quizá se sientan algo decepcionadas. O, por el contrario, se sientan felices al ver que su ídolo también es feliz. No hay que olvidar que Pablo, al igual que sus hermanos, han atravesado un sinfín de visicitudes desde que estallara el caso Nóos que acabó con su padre en prisión y, años más tarde, con el divorcio de sus padres. Pablo es un chico sano que lleva una vida sana y que, además, se ha convertido en el sobrino del rey más querido y admirado, amén de ser el único que ha hablado abiertamente del divorcio de sus padres, sin perder jamás la compostura y haciendo gala de una educación exquisita.