La proclamación de Federico X como Rey de Dinamarca se ha visto salpicada por una nueva polémica: la ausencia de su cuñada Marie Cavallier (47 años). La mujer del príncipe Joaquín ha decidido dar plantón a los nuevos reyes en un día histórico como este, decisión que ha vuelto a incentivar los rumores de mala relación entre la francesa y Mary Donaldson (51 años).
La Casa Real ha salido al paso y para evitar especulaciones han aclarado que el único motivo que se esconde detrás de la ausencia de la princesa es quedarse al cuidado de sus hijos. El pasado mes de marzo y tras la retirada de los títulos a sus hijos, el matrimonio tomó la determinación de mudarse a Washington, poniendo así distancia con los compromisos institucionales. Han aclarado que "el príncipe Joaquín estará, pero los niños van a la escuela, no hay ninguna razón especial”.
![Marie, Joaquín y Mary de Dinamarca](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 822"%3E%3C/svg%3E)
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Marie ostenta el título de princesa y el tratamiento de Alteza Real, pero su ausencia podría indicar algo más. Y es que según aseguran Federico quiere tener un reinado austero para ahorrar en gastos (aunque se va a subir el sueldo), por lo que este gesto podría indicar que no hay un lugar reservado para ellos en los próximos eventos institucionales.
La mala relación entre Mary y Marie
Esta situación ha sacado a relucir la mala relación que existe desde hace años entre Mary y Marie. Como se suele decir en jerga popular, 'en todas las casas se cuecen habas', y el Palacio de Christianborg no iba a ser menos... Los encontronazos entre Federico y su hermano Joaquín son voz populi, un enfrentamiento desde su juventud que, a la vista está, se ha trasladado a sus respectivas mujeres. La realidad es una, Mary y Marie no se soportan, y no tienen intención alguna de ocultarlo. Una guerra familiar que ya dura años, que hizo temblar la corona danesa y suma a otra mujer a la larga lista de escándalos de los futuros reyes de Dinamarca.
La guerra abierta entre Mary de Dinamarca y su cuñada, la princesa Marie
Para entender el por qué del encontronazo entre las cuñadas nos tenemos que remontar al año 2005, cuando tras la boda de Federico y Mary, los medios daneses no dejaban de decir que Joaquín estaba enamorado de la mujer de su hermano. Información que se intensificó cuando en 2007 anunció su compromiso con Marie Cavallier, una joven francesa con el mismo nombre y un notable parecido físico con su cuñada. Tras su boda, se vivió una gran crisis en palacio cuando la revista Svensk Damtidning publicó una imagen de Joaquín y Mary a punto (supuestamente) de darse un beso. Pero no solo eso sino que parece que a la australiana no le gustaba tener competencia de ningún tipo en cuanto a popularidad.
![Marie, Joaquín, Mary y Federico](data:image/svg+xml,%3Csvg xmlns="http://www.w3.org/2000/svg" viewBox="0 0 1200 803"%3E%3C/svg%3E)
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En este momento, la reina Margarita tomó cartas en el asunto. Fue en ese momento cuando se inició una campaña de limpieza de imagen para dejar ver que entre Mary y Marie no había ningún problema. Con las cosas en calma, volvieron a distanciarse y los actos públicos en los que coincidían fueron escasos. Finalmente, en 2019, Marie aseguró que habían sido obligados a mudarse a París. Declaraciones que pusieron el foco sobre Federico y Mary una vez más. En 2023, la distancia se ampliaba con su traslado a Estados Unidos cuando la reina Margarita tomó partido por su primogénito y arrebató todos los títulos a los hijos del príncipe Joaquín. Una decisión que marcó un antes y un después entre ellos.
La última vez que vimos a Mary y Marie juntas (aunque no revueltas) fue el pasado 1 de enero con motivo de la cena de Año Nuevo que cada año organiza la Reina. Todos se reunieron en el Palacio de Amalienborg aunque lo cierto es que no hubo imágenes de ellas juntas.
Esto pone de manifiesto que desde la casa real danesa son unos profesionales a la hora de abordar polémicas. La prueba más reciente ha sido la inesperada abdicación de la reina Margarita, un movimiento que ha silenciado por completo el escándalo de las imágenes de Federico y Genoveva Casanova en Madrid.