Un día después del apagón eléctrico que paralizaba todo un país, la infanta Sofía cumplía 18 años. La hija pequeña de los reyes Felipe y Letizia celebraba su entrada en la mayoría de edad con unas fotos inéditas. Unas instantáneas en las que la joven es la total protagonista y con las que lanzaba una clara declaración de intenciones. En ellas, la hermana de la princesa Leonor aparece sonriente en lo que parece un jardín y disfrutando del sol.
Luis Pliego, director de la revista Lecturas, ha dado detalles desconocidos de esta sesión que señalan cómo es el carácter de la joven. "Lo que os puedo contar de la sesión de fotos es que Sofía es muy exigente. La infanta ha supervisado todas las imágenes, las ha elegido ella", ha explicado el periodista.
De esta manera, Sofía empieza una nueva etapa. Hasta ahora, se ha mantenido en un segundo lugar, observando como su hermana adoptaba cada vez más responsabilidades. Sin embargo, al convertirse en mayor de edad, la nieta del rey Juan Carlos tendrá que enfrentar varios cambios.
María José Gómez Verdú, experta en protocolo, ha analizado de cerca la nueva realidad de la infanta: "Con el cumplimiento de los 18 años, la infanta Sofía de Borbón da un paso significativo no solo en su vida personal, sino también dentro del marco institucional que rige la Casa Real".
Casa de S.M. el Rey
La experta señala que "aunque su rol como segunda hija de los Reyes no la sitúa en el centro del escenario, la mayoría de edad marca un cambio sustancial desde el punto de vista del protocolo". ¿En qué sentido? ¿Qué deberá hacer la infanta ahora que no hacia antes?
Los cambios de protocolo
"El protocolo reconoce jerarquías y tiempos, pero también protege figuras", ha comenzado explicando Verdú. Es conocido por todos que "la infanta Sofía ha crecido bajo la sombra amable del rol de "la segunda". ¿Qué significa eso? Pues que la joven ha experimentado "menos presión mediática, menos exigencias simbólicas". Eso sí, según la experta, Sofía ha vivido "con el mismo nivel de exigencia institucional en términos de imagen, comportamiento y preparación".
Esto se traduce en que "su formación en centros internacionales, su discreción pública ysu madurez personal la perfilan como una figura sólida dentro del esquema monárquico contemporáneo", afirma María José. Algo que se acentúa tras cumplir 18 años. "Al convertirse en adulta, cuando esa formación comienza a cobrar forma en el plano institucional", ha señalado.
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Este cambio no solo la afecta a ella, sino también a sus relaciones con su familia, especialmente con la princesa Leonor. "Implica una delimitación más clara de su relación institucional con la princesa de Asturias. Ambas ya comparten la adultez legal, pero no el rango", explica Verdú. Es decir, que aunque ambas tendrán más responsabilidades, la presión no será la misma. "El protocolo establecerá con mayor precisión la distancia jerárquica entre ambas: Leonor como heredera al trono ocupará siempre el lugar central, y Sofía como infanta estará a su lado, pero nunca al mismo nivel", indica la experta.
Esta distancia entre ellas se verá "en aspectos tan minuciosos como el orden de entrada a los actos, el lugar que ocupa en fotografías oficiales o el momento de intervenir, si correspondiera", enumera Gómez antes de zanjar: "No es una cuestión de favoritismo, sino de estructura institucional".
El protocolo internacional
Junto con la mayoría de edad, la infanta Sofía podría tener que enfrentar nuevos eventos, como un viaje internacional. Algo que de momento no ha llevado a cabo en solitario. "En caso de asumir representaciones oficiales fuera de España, la infanta deberá cumplir con las reglas del protocolo internacional, que incluyen formación en precedencia diplomática, gestión simbólica de la imagen del Estado y conocimiento de la reciprocidad protocolaria con otras casas reales o autoridades", relata Verdú.
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Esto supondrá que la infanta deba ir un paso más allá en su conducta pública. Hace unos meses la vimos por primera vez en un acto en solitario, donde brilló con su naturalidad y calma. Sin embargo, a partir de ahora no será "simplemente 'estar bien vestida' o 'acompañar', sino ejercer un rol político-simbólico con total conciencia de lo que representa", afirma la experta.
De esta manera, a través del protocolo se hará evidente la nueva etapa que la infanta ha iniciado con sus 18 años. "El protocolo, lejos de ser una mera fórmula ceremonial, es un lenguaje que traduce la institucionalidad en gestos visibles, y la mayoría de edad de Sofía de Borbón es uno de esos momentos en los que ese lenguaje adquiere nuevo significado", ha dicho Verdú.
"Ella no será, salvo situaciones excepcionales, protagonista del futuro institucional de la Corona, pero sí pieza clave en su cohesión interna y en la consolidación de la imagen de una familia real moderna, preparada y coherente con los tiempos", ha afirmado la experta, destacando el papel clave que jugará la nieta de la reina Sofía.
Eso sí, todos estos cambios se llevarán a cabo de forma paulatina, siendo "poco probable que asuma una agenda propia a corto plazo". Lo que sí sucederá de forma inmediata es entrar "en un nuevo nivel de visibilidad, donde la discreción, la formación y la preparación serán clave". En definitiva, Sofía ha pasado de ser un miembro importante, pero secundario en la Casa Real a ser "un activo de respaldo para la institución, con el reto de representar sin eclipsar, y de consolidar su lugar dentro del equilibrio simbólico que el protocolo exige a toda monarquía moderna".