Iñaki Urdangarin, 57 años, advierte: "Tras salir de la cárcel uno llega a la conclusión de que no va a poder ser lo que anteriormente ha sido"

La entrevista que ha concedido Iñaki Urdangarin este pasado fin de semana ha vuelto a despertar un fantasma que ya se pensaba enterrado

JC
José Confuso

Director digital de Lecturas

Iñaki Urdangarin
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“Tras salir de prisión me afinqué en Vitoria”. La vida de Iñaki Urdangarin ha cambiado mucho. No era difícil que lo hiciese. De pasar de ser el marido de la infanta Cristina a un exconvicto en busca de su nueva realidad. El deportista volvió a su ciudad natal en cuanto recibió el tercer grado penitenciario. Allí encontró trabajo y el amor. Junto a Ainhoa Armentia ha rehecho su día a día.

Urdangarin ha querido conceder una entrevista al periódico ‘La Vanguardia’. Ha hablado de todo, desde la relación con sus hijos, sobre todo con Pablo, el único que ha seguido sus pasos, a su realidad actual. “Madrugo, hago deporte, me pongo a trabajar después y luego me dedico a distintas aficiones y hago las labores de casa junto a mi pareja”, relata intentando no dar importancia a nada. Pero la tiene.

El exmarido de la infanta Cristina se compara con el que fue su entorno. Lo hace sin referirse pero tampoco sin callarse. Desde Vitoria, con su pareja y parte de su familia, se arma. “He vivido 40 años en Catalunya, he tenido cuatro hijos en Catalunya y la mayor parte de mis amigos y mi familia están en Catalunya. Hacer el corredor entre Vitoria y Barcelona me es familiar, algo normal”, explica.

La nueva realidad de Urdangarin

Fue la revista Lecturas la que dio en exclusiva la nueva relación del entonces todavía marido de la infanta Cristina. Unas imágenes de Urdangarin de la mano junto a su nueva pareja evidenciando la realidad. El exdeportista había rehecho su vida cuando todavía no había terminado de forma oficial su relación con la hermana del rey Felipe. La portada daba la vuelta al mundo.

La infanta Cristina e Iñaki Urdangarin
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“Es una vida ordenada”, explica ahora al citado medio. “Me he vuelto a reencontrar con cosas de la sencillez, que después de todas las etapas de mi vida es lo que más me apetece, volver a encontrarme con amigos del colegio. He tenido años muy complicados en los que te centras en tu defensa”. Su pareja y sus amigos son su circulo. También su madre.

“Cuando tengo a mis hijos pues disfruto de ellos”, lanza a su expareja. “Mi vida ahora no llama la atención a nadie. Tengo la sensación de que se me ha escapado el tiempo y quiero aprovecharlo muy bien”. La separación de los duques de Palma se materializaba tiempo después. Un divorcio que no fue tan sencillo como aparentaba en un primer momento.

Volver tras la cárcel

“Tras salir de la cárcel uno llega a la conclusión de que no va a poder ser lo que anteriormente ha sido”. Iñaki Urdangarin se reinventó. No tenía más remedio. La vida que había tenido antes de sus problemas con la justicia había terminado. Después de cumplir condena, el exmarido de la infanta comenzó a trabajar durante el tercer grado. “Había una necesidad de muchos cambios”, explica. “Tanto personales, de analizar qué ha pasado y dónde nos hemos podido equivocar o no, pero también había un tema de oportunidad”.

Iñaki y Pablo Urdangarin
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“Tenía la oportunidad de reinventarme en algo que creo que puede tener un gran valor para mí y sumar todas las cosas que me habían sucedido”. Fue ahí cuando comenzó a estudiar y a formarse para ayudar a otras personas en su misma situación. Ese es su día a día ahora. “Es un proyecto que ahora está calando y en el cual me siento súper útil. Me quiero dedicar a ayudar a personas, a deportistas, a directivos de empresas, a superar momentos difíciles o a plantearse metas nuevas en cuanto a liderazgos o gestión de equipos”, apunta.

A lo largo de los últimos tiempos hemos podido verle con cierta normalidad. Urdangarin acude a su trabajo, sale a comer o cenar con su pareja y poco más. Solo los partidos de su hijo Pablo rompen su estructurada vida. Allí aparece de forma habitual y le anima y aconseja. También comparte tiempo con la novia de su hijo, una fiel seguidora, y se reencuentra con sus otros hijos. Es un momento de comunión familiar.

Con la infanta Cristina ha coincidido en tiempo y forma. La expareja tiene ya los hijos mayores y el divorcio firmado. No hay una relación cercana pero tampoco hay demasiado motivo. La pequeña, Irene, es ya mayor de edad.