Los 3 gestos más destacados del viaje Harry y Meghan Markle a Nigeria después del desplante de Carlos III

Tras el paso del príncipe Harry por Londres, este ha viajado a Nigeria junto a su mujer, Meghan Markle, con la que ha protagonizado un viaje de lo más comentado y criticado

Pablo Sánchez

Periodista especializado en corazón y actualidad

Actualizado a 11 de mayo de 2024, 12:39

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Esta semana ha sido una muy especial y destacada en la vida de la Familia Real Británica. El príncipe Harry (39 años) viajaba de nuevo a Reino Unido con motivo del décimo aniversario de los Juegos Invictus, la iniciativa solidaria que él mismo creó hace una década y cuyo éxito quería celebrar. Con estos quiso crear un multi-acontecimiento en el que pudiesen jugar a diferentes deportes veteranos enfermos o heridos, incluyendo el baloncesto en silla de ruedas o voleibol sentado, entre otros. Aunque este fue un bonito momento para él, Harry no estuvo acompañado por sus seres queridos. No sólo no se vio con su padre, el rey Carlos III (75 años), es que este tampoco acudió al evento organizado por su hijo, al igual que el príncipe Guillermo (41 años) y su mujer, Kate Middleton (42 años). Pero si algo llamó la atención es que la esposa de Harry, Meghan Markle (42 años) tampoco estuviese a su lado en este día tan especial. Aun así, la exactriz sí que viajó junto a su marido a Nigeria, donde también quisieron dar visibilidad a otros proyectos benéficos. Un viaje muy comentado que no ha pasado desapercibido para nadie.

El lujoso viaje a Nigeria de Harry y Meghan

Los duques de Sussex dejaron Reino Unido atrás sin verse con la familia de Harry para volar hasta Nigeria en un viaje que muchos han tildado de “falsa gira de realeza”. Allí fueron recibidos con todos los honores, a pesar de no formar parte ya de la familia real británica. Con esta visita, Harry quería promocionar su fundación Archwell, dando visibilidad a los proyectos caritativos que esta lleva en el país. Aunque Meghan no estuvo junto a Harry en Londres, dejando claro la nula relación que esta tiene actualmente con la familia de su marido y su país de origen, la joven sí que se reunió en la capital británica con él para poner rumbo a Nigeria.

Al parecer, este vuelo a Nigeria costó al matrimonio unos 5.000 euros, en caso de haber elegido primera clase, costando más de 1.000 si hubiesen volado en clase turista. Desde Londres llegaron a Arbuya, cuya primera visita fue a un colegio donde quisieron hablar con los alumnos de la importancia de la salud mental. En la capital nigeriana, Harry y Meghan se alojaron en uno de los hoteles más lujosos del lugar, el Hotel Hilton, según afirma la prensa británica. En esta conocida cadena de hoteles la suite privada más barata cuesta 300 euros la noche, ascendiendo a 581 la más cara. Estas suites no son para nada pequeñas, teniendo unas dimensiones de hasta 172 metros cuadrados y contando con su propia cocina y una cama tamaño King. Sin duda, un viaje muy observado y comentado cuyo coste está siendo muy criticado a nivel internacional.

Meghan finalmente estuvo en Londres

Aunque Meghan no se siente especialmente cómoda pisando suelo británico, parece que finalmente no tuvo más remedio que hacerlo porque el vuelo a Nigeria del matrimonio partió desde allí. El príncipe ya comentó en el pasado que su familia no viajaría a Reino Unido hasta no sentirse seguros, ya que ahora no cuentan con la protección oficial de la Casa Real al haberla abandonado y este siente que podría ser peligroso. En cualquier caso, Meghan tuvo que despedirse de sus hijos, Archie y Lilibet, para coger un avión desde Los Ángeles a Londres. Aun así, su visita fue bastante corta, ya que pronto se reunió con Harry en la sala VIP del aeropuerto de Heathrow, llamada Windsor, para después subirse a ese otro lujoso aeroplano que los llevó hasta Nigeria, dirigido por la compañía British Airways.

El guiño de Meghan a la familia de Harry

En una visita tan comentada era muy importante el look que eligiese Meghan. Es por eso que su nueva estilista tuvo que ponerse manos a la obra. La encargada de vestir a la exactriz es Jamie Mizrahi, profesional a la que Meghan acaba de contratar para apostar por una nueva imagen de cara al lanzamiento de ‘American Riviera Orchard’, tienda de productos para el hogar que está a punto de ver la luz. Jamie es la encargada de vestir a otras celebrities como la actriz Jennifer Lawrence y para esta ocasión apostaron por un vestido largo sin mangas color melocotón de la diseñadora Heidi Merrick. Pero, aunque el look pueda parecer bastante sencillo y algo sobrio, este viene con un posible mensaje para la familia política de Meghan.

Instagram @_meghanandharry_

La diseñadora nombró a este creación como Windsor, siendo un detalle a tener muy en cuenta ya que se trata del nombre del castillo que tiene la familia de Harry en el condado de Berkshire, así como una clara referencia a los miembros de este clan, con los que tiene poca o nula relación. A través de la moda se pueden enviar mensajes muy potentes y a lo largo de la historia hemos podido ser testigos de esto, por eso no ha pasado desapercibido este gesto de Meghan para nadie. Llevando este traje, podría estar enviando una bandera blanca a la familia de Harry, que no pasa por su mejor momento, dejándoles ver que ellos están ahí para ellos siempre que lo necesiten. Recordemos que el rey Carlos III padece un cáncer del que está siendo tratado, lo mismo que Kate Middleton, que confesó al mundo a través de un emotivo vídeo que también sufre esta enfermedad y está siendo tratada con quimioterapia preventiva. De hecho, Harry invitó a todos a asistir al evento que celebraba los diez años de los Juegos Invictus, algo que finalmente no ocurrió. Además, con este vestido Meghan también ha roto el protocolo real, según informa la prensa extranjera. Pero esta no sería la primera vez que la duquesa rompe tabúes, por lo que esto tampoco extrañará seguro a la familia real británica.

Meghan y Harry hablan abiertamente de sus dos hijos

Durante su visita en el colegio Lightway Academy, una escuela local de Abuya, el matrimonio entró también en una clase de preescolar donde pudieron saludar a niños y niñas de entre dos y cinco años, la misma que tienen sus hijos, Archie y Lili. Allí, en la espontánea charla que han mantenido con los pequeños, la pareja comentó que el baile es lo que más le gusta a Lili, que en un mes cumplirá tres años. "Es la clase favorita de Lili. Tal vez sea por todos los saltos", comentaba Meghan, para la que esta visita ha sido muy especial, teniendo raíces en Nigeria ella misma. De hecho, la empresaria se sentía tan cómoda que quiso compartir un bonito mensaje que su hija le dijo hace unos días: "Nuestra hija Lili es mucho más pequeña que vosotros. Está a punto de cumplir tres años. Hace unas semanas me miraba y se veía reflejada en mis ojos. Y me dijo: Mamá, me veo en ti. Hablaba literalmente. Pero me aferré a esas palabras de una manera muy diferente".

Pero estos no se olvidaron de su hijo Archie, y es que cuando vieron que los alumnos habían creado en una clase de ciencia, tecnología e ingeniería una serie de robots, Harry quiso compartir el gran amor que tiene su hijo por todo lo relacionado con la construcción. Aun así, también aseguró que al pequeño le gustan tantas profesiones que cada día elige una diferente: "Cuando hablo con mi hijo Archie sobre lo que quiere ser de mayor, él unos días me dice que astronauta, otros que piloto… Lo que le recuerdo es que no importa lo que quieras ser, siempre y cuando seas grande. Lo que importa es tu carácter", aseguraba a los alumnos el príncipe Harry.

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