Protegiendo su garganta, pero con rostro sonriente, Antonio Carmona abandonaba esta misma mañana el Hospital San Francisco de Asís en el que permanecía ingresado desde hace dos semanas. El artista había estado sedado y en la UVI, y hace una semana despertó y ‘volvió’ al lado de los suyos.
“Lo primero, gracias a todos”, decía Mariola Orellana, su mujer, que ha pasado unos días de auténtica angustia al lado de la cama de su marido. La representante se ha erigido como portavoz del artista que reconocía que aún no podía hablar del todo puesto que la infección ha tenido su origen en la boca y afecto hasta los nódulos de la garganta, teniendo que ser intervenido y, para que resultara lo menos incómodo posible para él, los médicos procedieron a su sedación. “Gracias por haber estado aquí pendientes”, decía a la prensa que llevaba más de 10 días apostada a la puerta del centro médico. “Eso es lo primero que él quería transmitir”
La familia Carmona se ha volcado con Antonio, así como los amigos de este. Ha recibido mensajes de cariño de grandes compañeros como Alejandro Sanz, su ‘casi hermana’ Rosario, Manu Tenorio y tantos y tantos que han compartido algo más que escenario con Carmona: cariño y buenos ratos.
A su salida, Mariola, hablando por boca de Antonio, también quería tener unas palabras para la tragedia a la que nos enfrentamos en Galicia. “Él todavía no puede hablar. Tiene que guardar reposo de voz, pero me lo ha dicho que os lo diga. Aún tiene la garganta muy inflamada. Pero está muy contento, muy abrumado, muy emocionado y eso es lo que queremos transmitir a toda la gente que habéis sido una maravilla”.
Mariola también ha querido aclarar que las cuerdas vocales no las tiene afectadas, “tiene afectadas el suelo de la boca y las vías respiratorias, pero no tiene nada que ver con las cuerdas vocales, gracias a Dios. Las cuerdas están detrás de esto y no han sido afectadas”.
Finalmente, Antonio no ha podido aguantarse las ganas de agradecer todo el cariño y ha ‘desobedecido’ a los médicos: “Bueno, que os quiero”, decía mandando un beso. Y nosotros a ti.