Ya no hay dudas. Anita Williams y José Carlos Montoya se han convertido en los grandes protagonistas de 'Supervivientes 2025'. Su historia venía de un programa anterior, 'La isla de las tentaciones', donde ambos se habían puesto los cuernos con Manuel y Gabriella respectivamente. Su convivencia en Honduras empezó siendo muy tensa, pero, poco a poco, lograron limar asperezas y perdonarse errores pasados. Los últimos días en los Cayos Cochinos estuvieron marcados por palabras románticas y gestos de cariño.
Sin embargo, tras la gran final del reality, todo cambiaba. De ser uña y carne, Montoya y Anita se mostraban muy distantes el uno con la otra. Poco a poco, empezaron a salir informaciones al respecto como que el gaditano le había pedido a su expareja que le dejara las maletas en la recepción del hotel o que no le había escrito ningún mensaje. De hecho, en la rueda de prensa del programa, Montoya dejaba claro que ambos necesitaban tiempo para asumir todo lo que habían vivido.
Todo escalaba de forma espectacular durante los debates de 'Supervivientes 2025', en los que salía a la luz que la pareja había mantenido relaciones sexuales en Playa Misterio y estallaban frente a toda la audiencia. Enfados, lágrimas y mucha intensidad que sorprendían a sus compañeros y telespectadores porque no se esperaban este desprecio entre ellos
El motivo del enfado de Montoya
Pero, ¿Qué desencadenó todo? Hoy, en 'Vamos a ver', ha salido a la luz la estrategia secreta de Anita de la que se enteró Montoya, siendo este el motivo real por el que el gaditano se enfadó con la catalana. "Montoya sale de la isla y descubre que Anita habia dejado una artilleria preparada contra él. Es el motivo por el que cuando la ve en maquillaje está distante. Él no hace nada más, ella aprovecha el momento", ha explicado Sandra Aladro.
Telecinco
Alessandro Lequio no estaba de acuerdo y señalaba que el comportamiento de Montoya es difícil de comprender. "¿Se avergüenza porque la otra dijo que habían tenido relaciones sexuales? ¿Pero, se ha olvidado dónde ha estado antes?", ha comenzado, muy duro, la expareja de Ana Obregón.
"Yo creo que la raíz de todos los problemas es que este señor no gano el reality y por eso se ha sentido fuera de combate. Esa es la clave. Lo de bloquear a una persona es de niñato. Si no quieres hablar, ten la gallardía de decírselo a la cara", lanzaba Lequio.
Telecinco
La última en intervenir ha sido Alexia Rivas que ha asegurado que Montoya también ha seguido su propia estrategia. "Al principio, Montoya no quería que nos enterásemos que se acostaba con Anita porque tenia mala fama. Luego, ya cuando ve que Anita tiene buena fama y empieza a ser bien valorada, se acuesta con ella públicamente. "Entonces ya estaba bien. Es un maleducado", ha dicho, rotunda.
Mientras esto salía a la luz, Anita ha puesto tierra de por medio y ha querido alejarse de toda esta experiencia y de las personas vinculadas a ella. La esuperviviente ha llegado a Barcelona, cargada con sus maletas, dispuesta a reencontrarse con el amor de su vida, su hijo Thiago.
La vida de Anita Williams
Hace unos días, Anita Williams se sentaba en '¡De Viernes!' para hablar de su relación con Montoya, pero también para aclarar algunos de los episodios más duros de su historia. Por ejemplo, la joven contó como le habían echo bullying tras hacerse viral un vídeo de ella en braguitas besando a otra chica.
Esta situación hizo que Anita decidiera marcharse de casa sin decir nada a su madre o amigos. Es entonces cuando tiene lugar un momento clave en su vida: el robo de una camiseta. "Me puse super nerviosa porque estaba estudiando para Mosso d'Esquadra", contaba a Santi Acosta.
Aunque parecía que unos servicios a la comunidad lo solucionarían todo, no fue así. Anita fue detenida y tuvo que ingresar en prisión. "Viví la cárcel como si estuviera en una película. Me convertí en la clase de persona que nunca había querido ser”, confesaba.
Y no es todo. La influencer reconocía haber sufrido maltrato por parte de dos parejas. Uno la agredió físicamente, rompiéndole la nariz, y el otro abuso de ella emocionalmente. Una durísima experiencia que llevó a Anita a consumir drogas. "De esta relación infernal, yo empiezo a drogarme por un tubo porque digo 'me quiero morir'. No quería seguir viviendo", se sicneraba.