Albert Infante, tercer finalista de 'GH VIP 8': los motivos por los que debería haberse convertido en el ganador del premio

Albert Infante es uno de los finalistas de ‘GH VIP 8’ y el favorito de compañeros como Carmen Alcayde. Repasamos su trayectoria y sus puntos fuertes para proclamarse ganador del reality

Albert
Mediaset España
Lorena López
Lorena López

Periodista especializada en corazón y televisión

Albert Infante (23 años) llegó a la casa de 'GH VIP 8' como uno de los grandes desconocidos de la edición. Hay quien ya lo había visto derrochar alegría y talento en 'Got Talent España', otros ni eso. Ha sido una de las evoluciones más llamativas y sorprendentes del programa. Ha vivido una historia de amor no correspondida, una expulsión muy sonada, una emotiva repesca y una reconciliación apoteósica. Tiene que medirse con Luitingo (33 años) y Naomi Asensi (28 años) por conseguir un premio que tantas veces se ha visto rebajado. Los tres han cosechado méritos para proclamarse como ganadores del concurso, pero vamos a repasar la trayectoria del artista en el concurso y cuáles han sido sus puntos fuertes durante estos tres meses de programa.

Albert estuvo a punto de quedarse fuera de la recta final de 'GH VIP 8'. En las primeras semanas de convivencia vivió una no correspondida historia de amor con Michael Terlizzi. Se quedó prendado del italiano y pese a la buena sintonía que había entre ambos, fue rechazado. Él se escudó en su orientación sexual. Fuera por el motivo que fuese, Albert no fue capaz de gestionar la situación. Eso provocó que la audiencia prefiriera verle fuera. Por suerte, tuvo una segunda oportunidad.

En plató demostró lo divertido y vivaz que puede llegar a ser, el mismo que había sido en los primeros días de la convivencia. Eso se tradujo en el concursante más votado de la repesca. Regresó a la casa junto a Luitingo y Pilar Llori. Desde entonces, cambió de actitud y reconquistó al público. Volvió a acercarse a Michael, pero de buenas maneras: "Me cambió la vida". Fue el único refugio de Laura Bozzo, el único al que soportaba en la casa de GH VIP. Ahora, puede celebrar su tercer puesto fuera de la casa. 

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"Me he sentido parte de algo. Me ha cambiado la vida", ha reconocido al conocer su puesto en la clasificación de 'GH VIP 8'. "Soy muy inseguro y me inravaloro. Me he sentido la fea, el señalado y aquí conocer a mis amigas y Michael me ha cambiado la vida. El team naranja me ha marcado Me ha hecho sentir parte de algo. Con Michael hemos sabido seguir para delante después de lo que nos pasó. He aprendido a no tener rencor. Él ha sido mi Gran Hermano y me ha marcado para siempre. Echaré de menos la carita de Laura entre las sábanas, el mal humor de Naomi y los abrazos de Carmen", ha añadido.

Albert ha visto como su vida ha cambiado tras su paso por 'GH VIP': "Son mi familia. Nunca imagné que GH haría este vínculo tan bonito. Para mi ganar significaba era un sueño y que se puede salir de pozo. Me llevo de aquí aunque se peleen al team naranja. A mis amigas y a Michael. Me han cambiado la vida. ¡Y me llevo a muchísimos maricones conmigo!".

Albert y Carmen, una dupla inesperada

Carmen estaba destrozada al conocer que Albert ya no formaba parte de la competición. Juntos han formado una de las duplas más peculiares de 'GH VIP 8. Su conexión es tal que Albert no dudó ni un segundo en pedirle que fuera su jefa de campaña en cuanto salió expulsada. Ella aceptó sin titubear, mientras Susana se quedaba compuesta y sin nada que hacer. 

Albert Infante recuerda cuando fue víctima de bullying

El catalán ha desvelado en varias conversaciones con sus compañeros algunos de estos episodios traumáticos que ha vivido a lo largo de su vida. Sin embargo, todos se han quedado en shock cuando ha contado su propia boca todo el relato completo. “Soy hijo único. Tuve una infancia super bonita, tuve unos padres que me lo han dado todo. No todo el mundo puede decir lo mismo”, decía el catalán. 

El bailarín recordó a una de sus dos abuelas. “Mi abuela me enseñó el flamenco, a ser folclórica… ella siempre supo que era maricón”, confesaba emocionado. Ella le acompañó en uno de los momentos más difíciles de su vida. “En el colegio se metían conmigo, no solo por maricón sino por mis dientes”, comenzaba diciendo. “Mi madre sufría al verme llorar. Mi abuela era otro maricón como yo, que en paz descanse, y era mi cómplice", añadía.

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