Articulaciones sin dolor: 10 consejos para reforzarlas

Hay infusiones que las mejoran y movimientos que las dañan... Te damos algunas claves que te ayudarán a protegerlas y a aliviar el dolor de forma segura y efectiva

10 de noviembre de 2015, 12:01

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Se calcula que entre el 25 y el 30% de la población padece algún tipo de enfermedad reumática que le causa dolor en las articulaciones. Este porcentaje aumenta a medida que avanza la edad, hasta alcanzar una tasa superior al 70% entre las personas mayores de 60 años. No es fácil prevenir este tipo de enfermedad pero seguir algunos sencillos consejos puede servirte para aliviar el dolor y evitar que vaya a más. Te proponemos un decálogo de buenas prácticas para sentirte mejor.

Revisa tu estilo de vida

Toma nota sobre qué hábitos puedes adoptar para cuidar tus articulaciones e intenta cambiar lo que no haces del todo bien o puedes mejorar.
1. Te conviene estar relajada. Un reciente estudio del EIRA Study Group (Suecia) ha demostrado nuevamente que existen relaciones evidentes entre el estrés causado por el trabajo y el desarrollo de artritis reumatoide, una enfermedad frecuente de las articulaciones. Tu grado de ansiedad diario puede hacer que se resientan.
2. Aléjate de los ácidos. El vinagre o los vegetales ácidos (como los tomates, las espinacas o las grosellas) perjudican las articulaciones. Evítalos si suelen dolerte y huye también del café, las carnes rojas, el marisco, el embutido y el azúcar. Los alimentos que te benefician son el apio, los caldos vegetales claros, el ajo, la cebolla y los frutos secos.
3. 'Mueve' las articulaciones. El sedentarismo es el peor enemigo del dolor articular, mientras que el ejercicio mejora el tono muscular. Incluso si hay dolor la mejor solución es el deporte, pero debes consultar con tu médico para que te informe sobre qué ejercicios te convienen. En general, se recomienda practicar deportes suaves para activar sin sobrecargar.
4. Mantén a raya tu peso. Investigadores de la Universidad de Monash (Australia) han demostrado que cualquier exceso de kilos multiplica notablemente el riesgo de sufrir lesiones en las articulaciones, sobre todo las rodillas. Deshazte de los kilos de más para liberar a las articulaciones que soportan el peso de una presión excesiva.

Prácticas 'ideales'

Incorporar estas sanas costumbres en tu vida te resultará fácil y el beneficio para tus articulaciones será notable.
5. Déjate seducir por el yoga. Un estudio del American College of Rheumatology ha demostrado que las técnicas de relajación (como el yoga o el tai chi) ayudan a disminuir el dolor articular porque te liberan del estrés, una de las principales causas de este dolor. Además, te ayuda a dormir plácidamente y tu estado mejora mucho más.
6. Un buen masaje de vez en cuando. En manos de una persona cualificada, puede ser de gran ayuda. Aumenta la circulación de la zona afectada y regenera el líquido que reduce la fricción entre los cartílagos y que lubrica las articulaciones durante el movimiento.
7. Apúntate a las infusiones. Una investigación de la Universidad de Miami (EE. UU.) demostró que el jengibre no solo reduce el dolor de rodilla en pacientes con osteoartritis, sino que además, mejora su función. Por otro lado, un estudio de la Universidad de Michigan (EE. UU.) ha confirmado que el té verde alivia la inflamación y la artritis reumatoide.

También influye...

Aunque no lo sepas, algunos tics habituales te pueden estar perjudicando.
8. Ojo con las posturas. Para llevar peso lo correcto es distribuir la carga. Y cuando cojas algo del suelo, flexiona las rodillas y procura hacer la fuerza con los músculos de las piernas. En cuanto a la postura, debes sentarte con la espalda recta, sin cruzar las piernas y apoyando los pies en el suelo o en un reposapiés.
9. No hagas crujir los nudillos. Quizá creas que hacer esto te ayudará a aliviar el dolor y la tensión articular pero en realidad no te beneficia en nada. Esta práctica puede dañar el cartílago o desencadenar en problemas articulares porque hace que los tejidos se desgasten y deterioren.
10. Aplica bien el frío y el calor. El calor relaja y disminuye el estrés o la rigidez que los artríticos experimentan por la mañana. Para multiplicar sus efectos terapéuticos, lo mejor es un baño de agua caliente con una taza de sal marina o de magnesio. El frío aplicado con compresas de hielo es útil solamente si el dolor proviene directamente de una lesión.

No son solo mitos…

El tiempo afecta. Siempre se ha dicho que el dolor articular varía según “el tiempo”. Recientemente unestudio de un centro médico de Estados Unidos lo ha ratificado. El trabajo revela que las personas con artrosis de rodilla sufren más dolor cuando bajan las temperaturas o cambia la presión atmosférica.
Y también la menopausia. No es casual que las mujeres se quejen de dolores en las rodillas durante la menopausia. Durante este periodo ellas sufren el doble de dolencias artrósicas que los hombres. Según las investigaciones, esto ocurre por el descenso de los estrógenos.
 

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