El Feng Shui es una de las técnicas más populares de la actualidad para cuidar de nuestro bienestar a través de los espacios. Lo cierto es que el entorno en el que vivimos tiene un impacto más importante de lo que creemos sobre nuestro estilo de vida. Los muebles del salón, la distribución de la entrada o los colores del hogar importan. Los pequeños detalles influyen sobre nuestro día a día sin apenas percatarnos de ello. Por este importante motivo, los expertos recomiendan que cuidemos de nuestro hogar al igual que mantenemos otros hábitos como la alimentación para cuidar de nuestra salud. Montserrat Beltrán, experta en Feng Shui, ha desvelado las tres claves más importantes del Feng Shui y una recomendación fundamental que nadie puede pasar por alto.
“El primer paso es observar con ojos nuevos”
“El Feng Shui es una técnica milenaria y yo la llevo siempre a la parte más práctica. Te ayuda a observar tu casa, lo que tienes y ver qué relación tienen los objetos o muebles de tu hogar contigo”, cuenta la experta en el podcast ‘Batalla Interna’. Montserrat insiste. “Observando ciertos aspectos de la casa tu vida puede cambiar”. De hecho, un hogar realmente desordenado tiene un impacto directo y negativo sobre nuestro estilo de vida. Disminuye la productividad, la concentración e incluso la creatividad.
Cuando nada está en su lugar, es más probable que perdamos la paciencia. Por el contrario, el orden ofrece una mayor sensación de calma y tranquilidad. Sin apenas percatarnos, nuestros niveles de bienestar aumentan de forma silenciosa. Montserrat Beltrán asegura que el Feng Shui “nos puede ayudar en todo”. Es capaz de mejorar nuestra calidad de vida a través de la gestión de los espacios en los que nos movemos con frecuencia. Aunque, normalmente, se lleva a cabo en el hogar, hay quienes también implementan sus trucos en el trabajo para disfrutar de los mismos beneficios.
En cualquier caso, “el primer paso es observar con ojos nuevos”. Es decir, detenernos por un segundo a contemplar aquello que nos rodea y analizar qué es lo que podemos mejorar. Para Montserrat, la distribución de los muebles de la casa es “es la base para empezar” para tener en cuenta. “Yo como experta, la primera cosa que hago es ver si hay una buena distribución. El recibidor suele ser un espacio de paso, pero no debe ser solo eso. En el Feng Shui, debe acogerte. Si tú no tienes una buena distribución, si no tienes nada o existen demasiadas cosas que no puedes casi pasar, hay un problema”, señala en el citado medio.
En este sentido, tener la casa demasiado cargada es uno de los errores más frecuentes. “Voy a darte tres consejos, pero fíjate que lo importante es poner atención a lo que está fuera de lugar. El desorden actúa con una manera de tensión invisible”, explica en una de sus últimas publicaciones de Instagram. Sus recomendaciones son claras. “Primero despeja la entrada, después ordena una mesa y ese cajón desastre que todos tenemos por ahí en casa”, subraya.
Montserrat asegura que estos tres sencillos cambios son capaces de marcar una gran diferencia. “Elimina lo que se acumula sin darte cuenta, como bolsos, zapatos, papeles y deja que ese espacio invite a entrar con calma. Saca todo y quédate solo con lo útil o lo que te hace sentir bien. Guardar por miedo o por costumbre también pesa”, reflexiona en sus redes sociales. Aun así, el orden y la distribución del hogar no lo es todo en Feng Shui. Lo cierto es que la psicología del color también es realmente importante y tiene un pacto significativo sobre nuestro bienestar.
Más allá del orden: el poder de los colores sobre nuestro bienestar
“Hay un color que siempre va a bien a todo el mundo que es el beige claro, blanco roto, arena suave o hueso. El blanco es frío, pero si le aportas una gotita de beige o de marrón se vuelve un poco más cálido. Podríamos tener la casa de todo ese color y aporta calidez”, sugiere la experta. Montserrat asegura que es un tono ideal para cualquiera. En esta misma línea, también ha destacado cuáles debemos evitar a toda cosa.
“No hay que usar el negro, gris, blanco y plata en el baño. Estos cuatro colores están prohibidos”, advierte. Según cuenta, se asocian a la negatividad o la tristeza, crean un ambiente tenso y esto es un problema en un espacio tan importante. “Si te gustan los colores, en el baño van bien el verde y el naranja”, aconseja. Aun así, también ha dejado claro que es cuestión de gustos. Las preferencias de cada uno son fundamentales a la hora de redistribuir nuestros espacios.
