Nacimos en Zaragoza muy cerca del Pilar. Debido a la profesión de nuestro padre, viajamos por toda España hasta establecernos en Barcelona. Allí comenzamos a ir al colegio, pero no nos gustaba demasiado. Ya de niñas nos parecíamos tanto que los vecinos nos conocían como ‘las repetidas’. Dedicábamos el tiempo a jugar con nuestras dos hermanas mayores, también gemelas, y con la chiquitita, a quien cariñosamente llamamos ‘la suelta’, porque de las cinco que somos ella no tiene gemela que llevarse a la calle.
Se lo consultamos a nuestra fami- lia y aceptaron. Nos dedicá- bamos a bailar y nos gustaba mucho. Estuvimos en Barce- lona y luego nos llamaron para trabajar en Roma, en un ‘show’ de televisión. Nuestros bailes llamaron la atención del pro- ductor de cine Benito Perojo, que quiso hacernos una prue- ba. Nosotras nos pusimos muy nerviosas, pero la prueba sa- lió bien. Firmamos un contrato en exclusiva, nos hicieron mu- chas fotos y empezamos a ver nuestro nombre artístico, Pili y Mili, en las revistas. Nues- tra primera película, ‘Como dos gotas de agua’, fue un éxi- to, y ahora hemos hecho otra llamada ‘Dos chicas locas, lo- cas’. Estamos muy agradeci- das al público, que en todas partes nos ha tratado estupen- damente, aplaudiéndonos y pi- diéndonos fotografías.