La vida en España ha quedado paralizada. A las 12:30h, se producía un apagón eléctrico que dejaba sin luz, agua, internet y datos móviles a toda la península ibérica, Portugal, parte de Francia y otros puntos de Europa. La falta de comunicación con nuestros seres queridos, los problemas en los desplazamientos o la ausencia de luz han sido algunas de las principales causas de inquietud.
Pero, a nivel cotidiano, ha habido una preocupación que ha superado a las otras: la comida. El abrupto corte de suministro ha hecho que nadie pudiera proteger los alimentos que guardaban en sus neveras y congeladores. ¿Cuánto dura la comida sin estropearse una vez el frío se detiene? ¿Qué debemos hacer con esos productos? ¿Y qué errores no debemos cometer?
Lo primero que hemos de saber es que este electrodoméstico está pensado para salvaguardar el frío durante unas cuantas horas más una vez se corta el suministro eléctrico. Según un informe de la USDA (Departamento de Agricultura de los Estados Unidos), un congelador lleno mantendrá una temperatura adecuada para la conservación de alimentos durante 48 horas. En caso de estar medio lleno, esa franja se reduce a 24.
De esta manera, la comida de nuestros hogares aún se encontraría dentro del tiempo de seguridad. Pero, ¿Qué pasa si algún alimento se ha descongelado durante estas horas de caída eléctrica? ¿Se puede volver a congelar? Es un saber popular que una vez que algo se descongela es mejor consumirlo, ya que se ha roto la preservación. Sin embargo, este mismo estudio asegura que si contiene cristales de hielo o ha podido mantenerse a 4 grados de temperatura, puede volver a congelarse. Eso sí, nada garantiza que su calidad haya disminuido.
Recomendaciones para mantener la comida
Para evitar llegar al punto de que la comida se descongele y se eche a perder, la Agencia Catalana de Seguridad Alimentaria ha emitido varias recomendaciones. La primera y más obvia es evitar abrir las puertas de la nevera y congelador. De esta manera, la baja temperatura puede mantenerse durante más tiempo, concretamente cuatro horas.
En segundo lugar, de ser posible, se debe comprar hielo, ya sea seco o en bloques, para añadir al congelador, prolongando así la propia refrigeración que el aparato está llevando a cabo sin la luz. También, es recomendable que aquellos alimentos que ya se hayan descongelado o estuvieran a punto de caducar se saquen de la nevera y se consuman los primeros.
Una vez vuelva luz, no hemos de contentarnos con dejar que la comida vuelva a enfriarse. Hemos de comprobar en el termómetro de la nevera qué temperatura marca. Si es inferior a 4 grados, los alimentos se pueden consumir como si fueran alimentos frescos refrigerados. En cambio, si es superior a esa cifra, no debemos consumir nada. Ahora bien, si el corte eléctrico se ha interrumpido durante más de cuatro horas, hay que comprobar minuciosamente que los alimentos sigan en buen estado, ya que podrían haber empezado a degradarse y no serían aptos para el consumo.
En esa comprobación, los primeros alimentos a desechar serían los perecederos como carnes de todo tipo, pescados, huevos, leche o queso. En caso de querer comerlos, la Agencia Española de Seguridad Alimentaria y Nutrición (AESAN) recomienda cocinarlos para evitar que puedan verse afectados por bacterias. Un consejo que comparte también el Ministerio de Sanidad: "En caso de tener una cocina de gas, cocine las carnes y pescados lo antes posible al menos a 70 grados centígrados para destruir bacterias peligrosas y prolongar su vida útil unas horas más", apunta, tal como recoge 'La Razón'.
Y, pensando en el futuro, es esencial organizar el congelador y la nevera para otros apagones que puedan producirse. Además de tenerlo lleno para generar más frío, también se recomienda tener botellas de agua congeladas en los huecos vacíos. Otra propuesta es etiquetar alimentos para saber cuáles son perecederos y cuáles no.
Errores a evitar durante un apagón
Como hemos dicho la salubridad de la comida es esencial durante y después de un apagón. Para colaborar a que sea lo más elevada posible hay que evitar una serie de errores, como abrir las puertas para coger comida o consumir alimentos que llevan varias horas por debajo de 4 grados.
Otro error común a tener en cuenta en el futuro es tirar los tickets de la compra. ¿El motivo? Muchos seguros cubren los daños que suponen los alimentos deteriorados por una caída del suministro eléctrico. Para que sepan la cantidad a cubrir, deben tener esas facturas para conocer el valor de los productos. Para hacer esta reclamación, hay que ponerse en contacto con la aseguradora una vez pase el apagón y explicarle la situación con minuciosidad.