Contratar una hipoteca es una de las decisiones más importantes. No se toma a la ligera. Está claro que marcará un antes y un después en nuestra economía. La gestión y la inversión de nuestro dinero se convierte en un elemento fundamental y, para ello, evaluar las mejores opciones en 2025 es clave. Javier Linares, asesor financiero, ha analizado todas las posibilidades y apuesta por una en concreto.
Las mejores opciones para contratar una hipoteca en 2025
Javier Linares lo tiene claro. Existen tres tipos de hipotecas muy populares en 2025, aunque una de ellas es realmente rentable. “Tenemos las hipotecas fijas, las variables y las mixtas”, cuenta en su canal de YouTube. “Las fijas son las más sencillas de entender. El tipo de interés es fijo durante toda la vida del préstamo. Es decir, si coges una hipoteca a 30 años, sabes exactamente lo que vas a pagar durante todo el préstamo porque el interés no varía y, por tanto, tu cuota hipotecaria es la misma”, explica. Precisamente, este caso es ideal para quienes “buscan estabilidad y predictibilidad”, pero no el más rentable.
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“El segundo grupo de hipotecas más popular es el de las variables y este genera siempre más polémica porque hay gente que dice que le ha subido la cuota y no sabe por qué”, cuenta según varias experiencias. Aunque puede parecer una inversión arriesgada, Linares ha explicado el motivo. “Las hipotecas a tipo variable tienen un doble diferencial. Uno es el diferencial de los intereses que van a pagar van en función del Euribor (el tipo de interés interbancario). Lo difícil de las hipotecas variables es que tú no puedes predecir en el largo plazo a cuánto van a estar los tipos de interés”, cuenta sobre el problema más común en estos casos.
Pero esto no es todo. “Los intereses que te quedan por pagar se calculan cada año actualizándose al diferencial del Euribor más el tipo variable que hayas contratado. En términos generales, suele compensar contratar hipotecas a tipo variable cuando te quieres financiar a corto plazo y también cuando lo haces en momentos de tipos de interés muy altos porque ahí las hipotecas a tipo fijo ya están muy altas. Suele compensar una variable para luego cuando bajen los tipos de interés hacer una subrogación a una hipoteca fija. En la variable no se suelen aplicar comisiones de cancelación”, añade. Por lo tanto, tampoco es la opción más rentable.
Por último, Javier Linares ha explicado el funcionamiento de las hipotecas a tipo mixto que están más de moda que nunca. “En estas combinas una parte del préstamo tipo fijo y otra a tipo variable. Durante los cinco primeros años tienes la cuota fija y, cuando entra la variable, si no te gustan los tipos que hay en ese momento podrías cambiarte de banco haciendo una cancelación si esto es lo que te interesa”, recomienda a sus seguidores. Linares se ha posicionado a favor de esta elección y la destaca como las más rentables.
“Son una muy buena opción para acceder a la vivienda porque ya sabemos que el drama de la mayoría de los jóvenes no es hacer frente al pago de la cuota hipotecaria sino reunir ese 20% más gastos que necesitas para poder comprar la vivienda”, subraya. En su lugar, “estas hipotecas suelen permitir acceder con un 10%, un 5% o incluso a veces nada”. Es una de sus grandes ventajas.
Teniendo en cuenta todos estos elementos, Javier se ha pronunciado sobre las mejores opciones para hacerse con una hipoteca a partir de 2025. “Cuanto más porcentaje de financiación queramos en general el tipo fijo va a ser más caro porque el banco ve más riesgo”, señala. Por otro lado, asegura que “en tipos mixtos ya es más competitivo y suele ser para perfiles que los bancos llaman como ‘cualificados’ o ‘premium’.
Aquí podemos ver perfiles de funcionarios, ingenieros, médicos de enfermeros y, en general, gente que tenga buenos trabajos. Si no es tu caso, “otro tipo interesante es la hipoteca reforma para inversores o gente que compra una casa y quiere reformarla antes de entrar a vivir o alquilarla. Va muy bien porque te dan hasta el 90% del coste de la compra más de la reforma. En cualquier caso, siempre hay que tener en cuenta varios factores para entender cuál va a ser tu oferta final. Tu tipo de perfil profesional y nivel de ingresos, dónde está la vivienda, qué tasación consigues, el apetito comercial de cada banco y entender las “bonificaciones a las que te obliga el banco”.