Diciembre de 2024. Un familiar cercano a Paloma Lago (58 años) habría encontrado a la presentadora en su domicilio "mareada" y "desorientada". Cuatro días más tarde, ella pone una denuncia al consejero del Mar en la Xunta de Galicia, Alfonso Villares (55), por un presunto delito de agresión sexual.
Él sostiene que es "inocente" y espera que se resuelva la causa en la que figura como investigado "lo más rápido posible". Este jueves, 5 de junio, presentaba su dimisión para abandonar su condición de aforado, por lo que sería procesado por un tribunal ordinario, mientras ella guarda silencio.
Un día más tarde de esa dimisión y del revuelo mediático ocasionado, 'El programa de Ana Rosa' apuntaba a que Paloma habría contado a su entorno que podría ser víctima de una presunta sumisión química, aunque todavía no hay una confirmación como tal en este extremo.
En la revista Lecturas hemos hablado en exclusiva con el abogado Alfredo Arrién, quien actualmente ejerce la acusación particular junto a Elisa Mouliaá por su denuncia a Íñigo Errejón, -también investigado por presunta agresión sexual-. El penalista nos explica los matices que se presentan cuando en una declaración se plantea la hipótesis de que se haya podido administrar sustancias químicas a una supuesta víctima.
Una hipotética sumisión química
Paloma Lago todavía no ha hablado desde que saliera a la luz que en diciembre de 2024 denunciara al ya exconselleiro de la Xunta de Galicia Alfonso Villares por una presunta agresión sexual. Habría sido su sobrino el que le habría visto entrar o salir del domicilio y el que corroboraría que ella estaba en su casa "mareada" y "desorientada".
"Presencié algo, pero no quiero decir el qué. Quiero dejarlo en manos de los abogados, el fiscal y el juez. Deseo que se sepa la verdad", declaraba este familiar de la presentadora. Cuatro días después, ella pone la denuncia y en febrero, el político declara ante el juez.
Este viernes, el mencionado programa de 'Telecinco' hablaba de una hipotética sumisión química. Además, explicaban que Villares "es veterinario de profesión", algo que estarían teniendo en cuenta los investigadores. Todavía es todo presunto y no hay información oficial sobre este extremo.
Una prueba que podría ser clave
Si se mantiene la línea de la investigación de la posible sumisión química, hay algún que otro escollo para que se pueda demostrar judicialmente, ya que como explica a la revista Lecturas Alfredo Arrién, "la burundanga se elimina de la sangre muy rápidamente, con lo que no habría sido capaz de hacerse una prueba para determinarlo".
No obstante, el abogado subraya que "en la hipótesis de la sumisión química, algunas sustancias sí dejan rastro en el pelo" y recuerda que el cabello "tiene un crecimiento aproximado de un centímetro mensual". "Se puede observar el consumo de ciertas sustancias en una época determinada, para ver si por esas fechas pudo estar bajo los efectos de algún depresor químico".
El entorno en la versión de una presunta víctima
Alfredo Arrién pone el foco también en sus allegados, que serían determinantes para corroborar el testimonio de Paloma Lago. En este sentido, "el sobrino sería un testigo de referencia", al haber sido el que se la encuentra y puede validar esa falta de orientación de la que también hablaría ella en la denuncia.
Por otro lado, el procedimiento le recuerda mucho al caso de Paula, una de las presuntas víctimas de 'Los Petazetaz': "Con ellos intentamos ver si encontraban algún vídeo de contenido sexual, teniendo en cuenta que, además, en el entorno se cuentan esas cosas".
GTRES
Con otra de las chicas que denunció a los influencers por haberles drogado y agredido sexualmente, -presuntamente-, acudieron a la hipnosis, tal y como explica el penalista: "Hay psicólogos especialistas en regresiones del subconsciente. Aunque la persona no esté relativamente consciente, se pueden extraer recuerdos reales de lo que ocurrió esa noche".
Con todo y con eso, resume que a ese buen "informe psicológico", que él podría apoyar si fuera el abogado de la presentadora con su equipo de especialistas, se sumaría la búsqueda de testigos entre los allegados y "un interrogatorio muy exhaustivo a la denunciante y al investigado", además de la prueba de pelo "para encontrar posibles elementos de carácter objetivo" relacionados con esa hipotética sumisión química.
La defensa de Alfonso Villares
Tras la modificación legislativa, si llegara el caso en el que se pueda demostrar una sumisión química, sería un agravante para considerarlo como una agresión sexual y no como un abuso (sin ejercer violencia). Recordamos, eso sí, que todo es presunto y se desconoce cuál será la línea de la defensa de Alfonso Villares.
Alfredo Arrién nos explica, en este punto concreto, que se aplicaría el principio jurídico del 'in dubio pro reo': "En caso de duda, se favorece al acusado y se consideraría que fue sin penetración, si no se puede demostrar. El investigado puede utilizar el extremo de la vulnerabilidad química frente a la sumisión, para acreditar que si hubo supuestamente un consumo de sustancias, fue voluntario".
En caso de que se dé, por otra parte, "un error de predicción", esto puede ser favorable al político, pero el abogado recuerda que "hay jurisprudencia que tumba esa máxima". Se refiere a sentencias previas similares con un fallo en otra dirección. Al haber dimitido de todos sus cargos y renunciado al acta de diputado, deja de estar aforado y será juzgado por un tribunal ordinario.
"Soy absolutamente inocente", declaraba ante las cámaras este jueves el que fuera conselleiro do Mar en la Xunta de Galicia. Quiere, decía, ser "juzgado como cualquier ciudadano, sin ningún tipo de privilegio".