Mi hija Alejandra se mantiene ella misma desde que se fue de casa con 18 años

Terelu nos habla sobre el incendio de Valencia y el dolor que siente por todos los afectados, también comparte su impotencia por lo que está viviendo María del Monte tras el robo a su vivienda

Terelu Campos

Presentadora, colaboradora televisiva, bloguera y actriz

Actualizado a 29 de febrero de 2024, 08:13

Gtres
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Aunque han pasado varios días, todavía sigo sin poder olvidar el incendio monstruoso que ha dejado a Valencia y a toda España consternada. No puedo imaginarme cómo estarán los familiares de esas 10 personas que han perdido la vida de esa manera tan horrible. No para de venirme a la mente la imagen de ese matrimonio con sus dos bebés parapetados en el cuarto de baño de su casa sabiendo que iban a morir. Esas son las cosas que de verdad me quitan el sueño. Lo que me gustaría es que el dolor de esas 400 familias afectadas no sirva solo para el momento informativo. Espero que sigamos preocupándonos por si a estas personas les han dado una solución después de haberlo perdido todo. No tienen absolutamente nada de nada. A pesar de la triste y difícil situación que atraviesan, están felices porque están vivos. 

Con el corazón en un puño

El bien más preciado que tenemos todos los seres humanos es la vida. Quiero resaltar el ORGULLO del país que tenemos porque sabemos estar siempre cuando más se nos necesita. Mi admiración por todas las fuerzas de seguridad que tenemos: bomberos, policías, sanitarios, etc. Todos se han dejado la piel, literalmente, para salvar todas las vidas que pudieron. Mi dolor por ese bombero que sabía de esa familia fallecida y que no pudo llegar hasta ellos. Imagino lo que debe sentir este hombre cada día. Nunca olvidaré ese momento de cómo no abandonaron a esa pareja que se refugiaba en esa terraza. Todo un país estaba sentado frente al televisor con el corazón en un puño deseando que pudieran rescatarlos. Dos horas estuvieron echándoles agua para poder llegar a ellos. Eso sí que es importante en la vida y ese es el orgullo que tienen que sentir por haber podido salvarlos. No tuvieron dudas en arriesgar sus vidas para poder rescatarlos. ¡Mi enhorabuena a todos ellos! 

Hablando de la actualidad de los últimos días, no puedo olvidarme de la detención del sobrino de María del Monte, Antonio Tejado. 

Mi mensaje a María

Cuando me enteré de la noticia de su arresto y, sin saber si estaba confirmado al cien por cien, le mandé un mensaje a María del Monte. Siempre hemos tenido una relación excelente. En ese mensaje le dije: “Querida María, francamente, si la noticia es verdad no sé ni qué decirte. Solo quiero saber que estás bien. Sabes que aquí estoy para todo lo que necesites”. 

Ella me respondió dándome las gracias junto a un emoticono de una cara con un beso. Imagino que está rota no solo porque le hayan quitado sus pertenencias sino porque si, supuestamente, ha participado alguien de su sangre y ha hecho que su pareja, Inmaculada, su hija, su yerno y la chica de servicio hayan vivido ese momento de horror tiene que ser un sentimiento muy doloroso. Si ya duele que alguien entre en tu casa y se lleve tus cosas, qué decir si encima te lo hacen mientras tú estás dentro y te coaccionan con violencia llegando a poner en riesgo sus vidas. ¡Ojalá todo se aclare! Hay informaciones de todo tipo, pero en estos casos solo hay una verdad. Espero que la conozcamos pronto. 

Nos han robado dos veces

Yo sé lo que es vivir que te roben, porque la primera vez lo sufrí cuando era una niña. Me acuerdo que ese día estábamos con mi madre en Tenerife y mi padre estaba trabajando. Recuerdo esa llamada de mi madre desesperada diciéndole a mi padre: “José María mira a ver si se han llevado esto”. El segundo robo fue en Madrid. Todos los domingos comíamos en casa pero un día que salimos a un restaurante a comer entraron en nuestra vivienda. Está claro que alguien nos vigilaba, porque sino me parece demasiada puntería. Recuerdo que subimos por las escaleras y al ver la puerta entreabierta nos aterrorizamos pensando que alguien pudiera estar dentro. Mi madre, mi hermana y yo no sabíamos qué hacer. Al entrar, vimos aquel desastre y nunca podré olvidar esa imagen. 

Ya no es lo que te quitan ni su valor económico. Hay cosas que, evidentemente, no son una necesidad primaria pero son esos recuerdos que no los puedes volver a tener como la pulsera de pedida que mi padre le regaló a mi madre. Eso tiene un gran valor sentimental. Queridas María e Inmaculada: “Desde aquí os deseo paz y tranquilidad que es lo más necesario cuando la vida te revuelve de esa manera”. 

Mi hija gobierna su vida

Para terminar con otro tema de actualidad quiero decir unas breves palabras sobre mi hija. Solo diré lo que ya os avancé la semana pasada. Mi hija gobierna su vida. Ella se fue de casa con 18 años y se mantiene sola desde entonces. Por muchas cosas que hayan dicho colaboradores y periodistas, la verdad solo tiene un camino. La realidad es que mi hija se sufraga sus gastos desde que se fue de casa. No es ya mi deber de madre, es ya una convicción como madre: nunca le soltaré la mano a mi hija. Nunca lo haré, porque creo que no es solo lo que debo hacer sino porque es lo que quiero hacer.

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