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Coincido con Manuel Valls y su novia en una boda. Susana Gallardo está exultante, ríe, habla con todo el mundo, me da un beso y me susurra, mientras el novio se mantiene en un segundo plano con cierta alarma en la mirada, “¿has visto lo que ha hecho Manuel, qué te ha parecido?”. Le contesto que muy bien, que ha sido muy valiente, y cuando se va la retengo por el brazo. “Prométeme una cosa, Susana”. “¿Qué?”, pregunta ella con la sonrisa aún prendida en los labios. “Que no va a ir a los toros”. Susana me mira a los ojos, se pone seria y me contesta: “Pilar, te lo prometo, de verdad”. Pequeñas victorias que dan sentido a nuestra lucha. Viva la novia.