Los abogados del cocinero español Daniel Sancho, encarcelado en Tailandia por la muerte y el descuartizamiento del cirujano colombiano Edwin Arrieta, han contraatacado y de qué manera. En una rueda de prensa convocada en el despacho del letrado Marcos García-Montes, en Madrid, denunciaron con contundencia las “irregularidades” cometidas por la policía tailandesa en los momentos posteriores a la detención del joven. El abogado y la portavoz de la familia, la también letrada Carmen Balfagón, aseguraron que Sancho declaró en todo momento que la muerte de su amigo se produjo de forma accidental, y que actuó en defensa propia durante una pelea que se habría producido para defenderse de una presunta agresión sexual.
Falta de traductor
La defensa del joven, que se enfrenta a la pena de muerte, aseguró que la policía le ofreció una deportación rápida a España a cambio de su colaboración en la investigación. García-Montes y Balfagón aseguraron que los policías “falsearon” el testimonio de su cliente y que sus acusaciones son fácilmente demostrables. Aquellas primeras declaraciones y su confesión durante la reconstrucción del crimen fueron grabadas y basta con escucharlas para entender que lo que contó Sancho fue muy diferente a lo que constó después en el atestado policial y que el acusado firmó en tailandés. La defensa trabaja para denunciar internacionalmente lo que califican de un “escándalo” impropio de “cualquier país normal”.
Con esta contundente y arriesgada estrategia, los letrados de Sancho buscan la nulidad de las actuaciones policiales amparándose en esa supuesta mala praxis. Una estrategia que espera contar con la complicidad de la justicia tailandesa que espera les dé la razón y se ponga de su lado.
Durante la comparecencia, tanto Balfagón como García-Montes recordaron que a Sancho, de 30 años, no se le ofreció ningún tipo de posibilidad de contar con un traductor español, su lengua materna, resignándose a hablar en inglés con un traductor al tailandés, en todo momento. El hecho de que Sancho fuese detenido y encerrado en un calabozo acusado de ser un inmigrante ilegal, o que se le obligase a firmar documentos en tailandés en contra de su voluntad y sin haberle provisto de un abogado o un traductor a su idioma fueron circunstancias que también denunciaron los letrados y portavoces de la familia del joven cocinero, hijo de los actores Rodolfo Sancho y Silvia Bronchalo.
Un testimonio falso
Carmen Balfagón aseguró que la policía tailandesa “fabricó” un testimonio falso para incriminar a su cliente. “Daniel Sancho declaró que había habido una pelea, un intento de agresión sexual y que, fruto de esa pelea, muere Arrieta. ¿Por qué lo sabemos? Porque hay grabaciones que así lo aseveran. Pero la policía de Tailandia transcribió todo lo contrario: que horas antes compró elementos para desmembrar a la víctima”, ha asegurado.
El abogado Marcos García-Montes pidió dejar de lado toda la expectación mediática que genera el caso y afirmó que todas las acusaciones de asesinato contra Daniel Sancho son “erróneas”, ya que en derecho hay que hablar con “certezas” y no con “posibilidades”. El letrado aseguró que hay que apoyar a una persona que, de momento, no es culpable, y cuyos derechos han sido vulnerados. “Nadie tiene derecho a que le cambien una declaración”, denunció.
A tres meses de que se celebre el juicio, la defensa del joven cocinero convocó a los medios de comunicación en el despacho profesional de Marcos García-Montes para anunciar que habían conseguido el acceso a unas grabaciones con las que pretenden probar que el testimonio de Sancho aquellas primeras horas tras su detención “fue manipulado”. Gracias a estas imágenes, obtenidas de la televisión tailandesa, se han decidido a llevar su investigación y sus acusaciones contra la policía tailandesa a los tribunales.
Una grave manipulación
Pero el “engaño policial”, según García-Montes, va mucho más allá. La policía tailandesa también manipuló al acusado ofreciéndole una deportación urgente a cambio de su colaboración en la investigación. La policía se presentó en la comisaría con un abogado que presuntamente había sido contratado por el padre, Rodolfo Sancho, para la defensa de su hijo. “Se presentan ante Daniel para que reconozca que ha destruido el pasaporte y así no deportarle a España. Menos mal que a la vista de los hechos no lo reconoció”, explicó Carmen Balfagón.
Como prueba de la connivencia entre Sancho y los agentes, los abogados mostraron una fotografía del acusado comiendo en un restaurante con varios policías que, según ellos, estaban tratando de ganarse su confianza a cambio de que colaborase en la búsqueda de los restos del cuerpo del fallecido. “Toda la investigación fue demasiado rápida y llena de cosas excepcionales. No es normal que la policía tailandesa te lleve a uno de los mejores restaurantes del país y te pague una hamburguesa”, apuntó. De hecho, en ese mismo instante que fue tomada la fotografía, Sancho pudo descolgar su móvil y hablar incluso con Patricia López, una reportera del programa ‘Vamos a Ver’, de Telecinco, de guardia ese día, y que decidió probar suerte y telefonear al joven.
Sobre la adquisición de varios cuchillos de grandes dimensiones y bolsas de basura por parte de Sancho en los días previos a la muerte del doctor, la defensa negó cualquier vinculación con el caso, y la atribuyeron a la intención del acusado de grabar un programa de cocina. “Daniel no compró nada para matar a nadie, pensando además que luego se desharía del cuerpo. Ya contó en su declaración que compró ese material para hacer unos vídeos de cocina. No hay ninguna prueba judicial de que uno de los cuchillos fuese el causante de la muerte, porque en estos momentos tampoco se sabe cómo se produjo esa muerte”, advirtió García-Montes.
La defensa sostiene que, aunque en el país asiático un asesinato premeditado puede conllevar cadena perpetua o pena de muerte, los hechos reales corresponden a un homicidio imprudente que debería permitir a Dani Sancho regresar a España en tres o cuatro años. “Estamos ante unos hechos que podrían ser considerados como accidente en España: me intentan violar, me muerde, me defiendo, el agresor se cae y se produce la muerte. No hay responsabilidad penal”, llegó a asegurar Marcos García-Montes.
Más de 50 testigos
El juicio contra Dani Sancho tendrá lugar del 9 de abril al 3 de mayo en el tribunal provincial de Samui, en el sur de Tailandia, y contará con la presencia de por lo menos 57 testigos, solicitados por las partes presentes en el proceso. Las autoridades tailandesas han mantenido desde el inicio que Sancho asesinó de manera premeditada a Arrieta, el cirujano plástico colombiano de 44 años con el que el español mantenía una relación sentimental desde hacía un año, tras conocerse en las redes sociales. La acusación conlleva la pena de muerte, un castigo que en la mayoría de los casos no se ejecuta y se conmuta por cadena perpetua.
Sancho no tuvo más remedio que admitir el delito de desaparición de cadáver, ante las evidencias acumuladas de que troceó el cadáver de Arrieta y lo distribuyó por la isla y por el mar, utilizando un kayak. La mayoría del cuerpo no ha sido hallado, un hecho que dificultó mucho la autopsia que no pudo confirmar la causa de la muerte. Tampoco ha aparecido el pasaporte de la víctima.
Durante el juicio, la Fiscalía contará con 28 testigos, mientras los abogados que representan a la familia de Arrieta han llamado a declarar solo a dos, incluidos a los padres de la víctima. La defensa, por su parte, acudirá con al menos 27 testigos, aunque no se descarta que pueda incluir alguno más antes de que se celebre el juicio, que se celebrará en la isla donde Daniel Sancho se encuentra en prisión desde el pasado 7 de agosto.
Declaración presencial
El primer día del juicio, tanto la defensa, el fiscal como los abogados que representan a la familia de la víctima podrán hacer un alegato inicial de cinco minutos, tras el cual comenzará la declaración de testigos, que será presencial. Los primeros en declarar serán los testigos de la Fiscalía, que darán paso a los citados por el abogado de Sancho, el letrado de oficio Aprichat Srinuel, que contará con el acompañamiento de los letrados españoles. Una vez acabado este proceso, el 3 de mayo, las partes podrán hacer un alegato final y se fijará una nueva fecha para leer el fallo. En sus últimas comparecencias ante el juez, el joven español ha insistido en que la muerte de Arrieta se produjo accidentalmente durante una pelea.
En prisión provisional
Sancho se encuentra en prisión provisional en la cárcel de Samui desde el 7 de agosto. Dos días antes, fue detenido en la vecina isla de Phangan, tras confesar el asesinato y descuartizamiento del cirujano colombiano, cuyos restos esparció por contenedores de basura de la isla y tiró al mar. Sancho y Arrieta se conocían desde el año pasado y quedaron en Phangan el 2 de agosto, para asistir juntos a la internacionalmente conocida y famosa fiesta de la luna llena. Ese mismo día tuvo lugar el presunto asesinato.