No puedo compartir con nadie este hondo dolor que me invade

Solo me apetece llorar y esperar a mi madre que llega mañana. Quiero estar con ella, cogerle la mano mientras vemos ‘First Dates’, discutir por cualquier tontería y que me cocine. Le riño cuando viene cargada de comida pero ojalá traiga un par kilos de gambas de Palamós. Y pulpo. Y que me pregunte mucho por ‘GH VIP’ y que yo le conteste con un bufido porque no me gusta hablar de la tele cuando no trabajo.

Y tengo ganas de que pase de una vez este año porque no me gusta aprender a palos. Porque todo esto tendría que ser mucho más fácil. Porque tengo ganas de chillar y rebelarme y no puedo compartir con nadie este dolor tan hondo que me está invadiendo. Porque no voy a poder estar al lado de mis compañeros de ‘GH VIP7’, porque los voy a echar de menos, porque sé que me van a echar de menos.

Porque es la segunda vez que los dejo colgados por una operación y aún tengo que dar las gracias porque todo podría haber sido peor. Eso no me consuela.

No me gusta que cuando mejor te va aparezcan elementos que te desestabilizan y te hacen más frágil y vulnerable. Porque no me da la gana pensar que esto es un valle de lágrimas y si es así me borro de cualquier creencia que lo asegure.

​Porque en estos momentos de la tarde del viernes en el que me invade la pena veo poca salida. Y no me gusta porque pensaba que la estaba superando y no quiero volver atrás.

Sé que también esto pasará. Y que mañana con mi madre aquí y empezando a estudiar mi nueva función todo cambiará. Pero ahora todo lo veo azuloscurocasinegro.